martes, 25 de junio de 2024

Elecciones municipales en Villafáfila. Siglo XVII.

 

Siglo XVII

 
Poder de Jacinto Velasco a Antonio Caballero, para que vote en su nombre en las elecciones municipales de 1661

Las elecciones se siguieron realizando anualmente el día de San Juan según la costumbre tradicional, pero, habiendo transcurrido muchos años desde el traspaso de la villa al señorío de los Pimentel, el interés de los representantes del Marqués de Tábara en intervenir en las mismas ya había decaído. Sí se mantenían las formalidades del reconocimiento del señorío jurisdiccional y cada vez que llegaba un nuevo corregidor, nombrado por el señor de la villa se le entregaban las varas de justicia en señal de posesión y se las devolvía para que siguieran desempeñando sus oficios.

Firma del alcalde de 1646, Roque Díez y el escribano Vitacarros.




Hasta el siglo XVII por lo menos, para los oficios municipales los elegidos tenían que ser vecinos emancipados con casa propia, por lo que generalmente eran casados o viudos. Solían repetir en los oficios, unas veces de regidor otras de alcalde. Como ejemplos en 1654 Roque Díez, hidalgo de 53 años, declara que fue elegido regidor por primera vez el año que se casó, en 1626: “y lo ha sido en diferentes años, rrejidor dos veçes, alcalde hordinario tres beçes y una bez alcalde de la hermandad”, y Macías Martínez, pechero de 70 años, “en diferentes años y tiempos a servidos ofiçios de rrepública por el estado de los buenos hombres, tres beçes alcalde hordinario y rregidor dos beçes y procurador general la primera bez y en otra ocasión teniente de alcalde mayor çerca de tres años, y también fue alcalde de la hermandad” (Lapuerta Olv.976-3). Es verdad que la disminución de la población de la villa hacía más necesaria la repetición de los electos, pero en el desempeño de los cargos municipales se fueron asentando una serie de familias. Contamos con las listas de algunos de estos años y se confirman las repeticiones de cargos entre alcaldía y regiduría:

  Firma del alcalde don Antonio Ossorio en 1648 y el escribano Vitacarros

 

 

 

ALCALDES SIGLO XVII

1601

Baltasar de Movilla y Alonso Villalba el mozo

1602

Blas de Valer y Diego del Concejo Ballesteros

1604

Rodrigo de Robles y Lucas del Concejo

1607

Alonso de Santa Cruz

1608

Francisco de Villacorta

1609

D. Sebastián de Robles Almanza

1611

Álvaro de Barrio y Diego del Concejo

1620

Babilés Martínez

1621

D. Sebastián de Robles Almanza

1622

Cristóbal Villalba

1625

Miguel Velasco

1627

Babilés Martínez

1628

Santos Caballero y Antonio Martínez

1629

Diego de Treslago y Antonio Villalba, 

1630

D. Antº Vázquez Yebra y Gómez Franco

1632

Antonio Charro

1633

Martín de Barrio y Alonso de Valle

1637

Martín de Barrio y Alonso del Concejo

1638

Antonio Charro

1640

Macías Martínez

1644

Antº del Concejo

1645

Tristán Pérez de Santa Cruz

1646

Roque Díez

1647

D. Antº Ossorio

1651

Juan Bermúdez y Blas Riesco

1652

D. Antº Ossorio y Lorenzo Simón

1653

Francisco Pardo y Antonio Velasco

1654

don Juan Bermúdez y Antonio del Concejo,

1655

Roque Díaz y Alonso Manso

1656

Diego de Treslago y Antonio Martínez

1658

Roque Díez y Salvador Villalba

1660

Antonio Caballero y Antonio Velasco

1661

Antonio Charro y Alonso Manso

1662

Antonio Caballero y Antonio Martínez

1664

Roque Díez y Antº Velasco

1667

Alonso Manso

1668

Roque Díez y Juan de Benavente

1673

Pedro Díez y Andrés Riesco

1676

José de Traslago y Salvador Villalba

1677

Andrés Ruiz Bamba y Pedro Rosinos

1678

don Francisco Costilla Cepeda y Luis Martínez

1679

Antº Caballero y Francisco de Cuellar

1680

Antonio Charro y Salvador Villalba

1681

Pedro Díaz y Francisco Martínez

1682

don Francisco Costilla Cepeda y Andrés Riesco

1685

José Ossorio y Francisco de Cuéllar

1686

Francisco Costilla y Andrés Riesco

1688

D. José Ossorio y Francisco Martínez

1689

Pedro Díaz y don Jacinto Velasco

1689

D. Francisco Costilla y Francisco de Cuéllar

1691

Pedro Díaz y Antº Maldonado

1694

José Díaz y Santiago Bueno

1695

José Ossorio Yebra y Pedro González

1696

Francisco Costilla y Antonio Rosinos

1697

Antº Caballero y Barrio y Antonio Maldonado Villegas

1698

Miguel Díaz y Juan del Villar

1699

José Díaz y Santiago Bueno

1700

Francisco Costilla y Antonio Rosinos

 

 

A mediados de este siglo ya era costumbre elegir un mayordomo de la alhóndiga, o pósito, que era la panera concejil, aparte del procurador general, como se documenta en 1653.

 De 1654 conservamos las actas de las sesiones municipales, y conocemos que los dos alcaldes y los cuatro regidores procedieron a elegir a sus sucesores para el año siguiente. Cada uno elegía dos personas para cada una de las dos alcaldías, de las cuatro regidurías y de la procuradoría. Después prevalecían las dos personas para cada cargo que habían obtenido mayor número de votos y se seguían sometiendo al proceso de meterlas en una urna y sacarlas por suertes:


 Ejecutoria a pedimiento del ayuntamiento de Villafáfila en 1677

Se hicieron cédulas de los nombrados para que salgan por oficiales electos los que salieren por suerte, como es uso y costumbre, sin embargo de que esta villa y sus mercedes en su nombre podían nombrar los dichos oficiales sin ir doblados  conforme a la carta ejecutoria, y este derecho lo reservan para la villa y sus oficiales que adelante fueren... después sus mercedes mandaron doblarlas y meterlas en una olla nueva como se acostumbra y que se toque la campana del reloj a concejo público, para que públicamente por mano de un niño de poca edad se bayan sacando las dichas cédulas, y las primeras que salieren queden por oficiales electos, y los últimos por oficiales en blanco. Se hizo lo susodicho en el corredor del ayuntamiento

El 1º de enero se elegían alcaldes y cuadrilleros de la Hermandad, en lo que participaba el corregidor y se elegían dos alcaldes por cada estado y dos cuadrilleros y se metían en una olla, y sacaban por suertes un alcalde de cada estado y un cuadrillero. Era habitual que los elegidos hubieran sido alcaldes y regidores el año anterior.

REGIDORES SIGLO XVII

1601

1602

Alonso del Prado, Rodrigo Charro, Andrés de Valle y Antº de Muélledes

1602

1603

Álvaro de Villagómez y Pedro de Benavente

1604

1605

Rodrigo Charro y Gómez Franco

1611

1612

Luis Pérez, Diego de Treslago, Diego de Villalba y Gómez Franco

1625

1626

Alonso Pérez y Andrés Manso

1628

1629

D. Miguel de Barrio, Antº Charro; Diego Simón y Andrés Manso,

1629

1630

 Roque Díez, Álvaro Girón; Alonso de Valle, Andrés de Muélledes

1630

1631

D. Sebastián de Robles y Martín de Barrio, Diego Barrio y Lorenzo Simón,

1637

1638

Roque Díez, Diego de Treslago

1638

1639

don Juan Bermúdez, Ldo Pedro Madera, Blas Riesco

1644

1645

Andrès Manso,

1645

1646

Juan Bermùdez de Turienzo, Fco de Villalba y Sebastiàn Blanco,

1652

1653

Damián Toranzo, Alonso Manso, Salvador Villalba

1653

1654

Antonio Charro y Pedro Díez, Pablo Sevillano y Alonso Escudero,

1654

1655

Antonio Caballero y Damián Toranzo, y Antonio Herrero y Andrés Simón

1655

1656

Lázaro Pardo y Blas de Valer; Luis Martínez y Salvador Villalba.

1656

1657

Pedro Díez y Lázaro de Palacios; Pablo Sevillano y Alonso Lázaro.

1658

1659

Damián Toranzo, Lázaro Pardo, Luis Martínez.

1660

1661

Roque Díez, Hernando Cascajo, Andrés de Ledesma

1661

1662

Pedro Díez, Blas de Valer, Salvado de Villalba y Luis de Barrio

1662

1663

Roque Díez, Sebastián Alonso, Juan de Benavente.

1667

1668

don Fco Costilla, Francisco Bara; Mateo Riesco y Juan de Benavente.

1668

1669

Pedro Díez y Antonio Charro, Juan Toranzo y Francisco Hernández.

1673

1674

Francisco Martínez y Justo Requejo.

1676

1677

Antonio Charro y Antonio de Güélmez, Justo Requejo y Francisco Gaytón

1677

1678

Juan Bermúdez de Turienzo y Pedro Díaz; Francisco Fernández y Antonio Hernández.

1678

1679

Mateo Marbán y don José Ossorio; Hernando Cascajo y Fco de Soto.

1679

1680

Pedro Díaz y Miguel Ossorio; Santiago Suena y Jacinto Velasco

1680

1681

Domingo Díaz y Juan Bermúdez, Pedro González e Isidro Manso

1681

1682

Francisco Costilla Zepada, Juan Riesco, Gaspar Hernández

1682

1683

Mateo Marbán, D. José Ossorio y Sebastián Ramos

1684

1685

Antº Charro, Justo Requejo y Fco Martínez

1685

1686

Antonio Maldonado y Salvador Villalba

1686

1687

Lucas de Valer y Pedro Díaz; Francisco Martínez y Tomás Bueno

1688

1689

Pedro Díaz, Mateo Marbán; don Jacinto Velasco y Alonso Gutiérrez

1689

1689-IX

don Francisco Costilla, Lucas Valer; don Nicolás de Uña y Pedro González

1689

1690

Antonio Charro, Lucas de Valer, don Nicolás de Uña y Pedro González

1691

1691

Lucas de Valer y Justo Requejo

1694

1695

Antº Caballero y Antº Maldonado

1695

1696

Mateo Marbán y Miguel Díaz; José Fernández y José García

1696

1697

Pedro Zambranos y Manuel del Río

1697

1698

Pedro Díaz y Lucas Valer; Jº García Villar y Fco Rodríguez Morales

1698

1699

Mateo Marbán, Melchor Ruiz

1699

1700

Pedro Zambranos y Pedro Díaz; Pascual Riesco y Antº Mateos

1700

1701

Antº Caballero y Ángel Marbán; Manuel del Río y Antº Requejo

 

En 1677 se sigue haciendo constar en el acta de las elecciones se realizan “sin que en esta elección tenga voto activo ni pasivo el señor corregidor della puesto por su excelencia el Exmo Sr Duque de Sessa y Marqués de Távara, mi señor”, pero se había producido una novedad en el sistema de elección, pues cada uno de los electores solo elige a una persona para cada cargo, en vez de dos, y salen directamente elegidos los que más votos tengan, sin ser sometidos al procedimiento de meterlos en la olla nueva y sacar mediante la mano de un niño lo que determinara la suerte como se había venido haciendo desde tiempo inmemorial. Ahora se les hacía un requerimiento “de servir los oficios bien y fielmente como tocaba al servicio de Dios Nuestro Señor y bien y procomún desta República con atención particular de  mirar por los pobres viudas y huérfanos de ella ... mandan se lea y publique esta elección en público concejo tocándose para el caso la campana del reloj como se acostumbra”.

Ese año Pedro Díaz, uno de los hidalgos que había salido por regidor, recurre ante la Real Chancillería de Valladolid las elecciones de alcaldes hechas en las personas de Andrés Ruiz y Pedro Rosinos por no haber sido elegidos conforme a las leyes y carta ejecutoria de la villa, y la de Juan Bermúdez de Turienzo, como regidor, pues era originario de Villafáfila pero “no siendo vecino de la villa, siendo regidor de la ciudad de Palencia y procurador de Cortes para las primeras y sin asistir en ningún tiempo del año en dicha villa”. Ese año vino a San Roque y tomó posesión el 17 de agosto.

En 1678 solo participaron 4 electores pues los dos regidores hidalgos estaban ausentes y salieron elegidos alcaldes don Francisco Costilla Cepeda y Luis Martínez; José Ossorio y Mateo Marbán; y Hernando Cascajo y Francisco de Soto, regidores y procurador Francisco González.

Los votos de los oficiales saliente no eran coincidentes y en ocasiones se enfrentaban entre ellos “el señor alcalde Francisco Costilla contradijo la elección y voto dado por Luis Martínez para Francisco Martínez por ser deudo y pariente, y asimismo la elección de Santiago Suena por estar casado con una parienta del señor Luis Martínez”. Ese año quedaron empatados para el oficio de alcalde por el estado general Francisco Martínez, cuya elección había sido contradicha, y Francisco de Cuéllar, “y por evitar pleitos y disensiones, de conformidad se habinieron a que se hiciesen dos cédulas  con los nombres de los referidos y se pusieron en un sombrero, y salió la cédula de Francisco de Cuéllar”. Como regidores salieron elegidos Pedro Díaz y Miguel Ossorio; Santiago Suena y Jacinto Velasco “que, aunque no tenían más botos los referidos, de conformidad por la razón dicha los eligieron y nombraron por tales regidores”. Para procurador del concejo salió Santiago Bueno. Pero las conformidades duraban poco y con frecuencia se recurría ante el tribunal de la Real Chancillería de Valladolid, como hizo ese año Pedro Díaz la elección de don Miguel Ossorio por no ser vecino de la villa, aunque la retiró.

La aceptación del cargo una vez elegido era obligatoria, llegando en su caso a prender a los que se negaran. En el año 1680 eligieron como procurador general a Tomás Bueno, que por no aceptar el cargo fue metido preso y recurrió a la justicia, moviendo pleito contra los cuatro regidores que votaron por él, aduciendo que era menor de 25 años, y la sentencia declaró nula la elección. Se procedió a hacer de nuevo la elección de procurador, y el corregidor quería intervenir en la misma, por lo que consultaron a un letrado de Benavente que dictaminó que sólo podían participar los anteriores electores y en ninguna manera el corregidor.

Probanza del pleito con el Marqués de Tábara en 1654

Los oficiales recibían 48 reales de propinas por el desempeño de su cargo y los gastos que les ocasionara la dedicación a tareas del ayuntamiento

PROCURADORES SIGLO XVII

1601

Cristóbal de Villalba

1604

Miguel Navarro

1611

Baltasar Escudero

1625

Luis de Caramazana mydº

1628

Pascual Lorenzo

1629

Juan de Benegiles

1630

Francisco Rodríguez

1637

Alonso Manso  

1652

Macías Bara

1653

Marcos de Cuéllar

1654

Andrés Riesco

1656

Amaro Ramos

1658

Sebastián Alonso

1660

Juan de Benavente

1661

Juan de Remesal

1662

Juan Toranzo

1667

Pedro Rosinos

1668

Francisco Gaytón

1673

Francisco de Soto

1677

Pedro González

1678

Francisco González

1679

Santiago Bueno

1680

Tomás Bueno

1681

Francisco Gallego

1682

Juan García Villar

1684

Manuel del Río

1685

Tomás Bueno

1686

Alonso Gutiérrez

1689

Baltasar Torío

1691

Antº Mateos

1695

Pascual Riesco

1696

Melchor Ruiz

1697

Tomé de Ledesma

1698

Juan Ferrero

1699

Luis de Remesal

1700

Tomás Fernández

 

En San Juan de 1689 se juntaron los oficiales que acababan su año: don José Osorio y Francisco Martínez, alcaldes, Pedro Díaz y Mateo Marbán, y don Jacinto Velasco y Alonso Gutiérrez, regidores, para hacer la elección de nuevos oficiales y de procurador general, y, precedido requerimiento verbal del corregidor don Tomás de Castro, en razón de que hiciesen la dicha elección conforme a derecho, eligieron a Pedro Díaz por alcalde hidalgo, y a don Jacinto Velasco por alcalde del estado general, a don Francisco Costilla y Lucas Valer por regidores hidalgos y a don Nicolás de Uña y a Pedro González como regidores del estado general, y a Baltasar Torío por procurador.

La villa contaba entonces con pocos hidalgos, apenas once: Antonio Caballero y su hijo Antonio Caballero de Barrio, Pedro Díaz y sus hijos José Díaz y Miguel Díaz, don Francisco Costilla, Mateo Marbán, don José Osorio, Antonio de Güélmez, Antonio Charro y Lucas Valer.

A Pedro Díaz no se le dio la posesión de su alcaldía alegando que debía dar fianzas para responder del cobro de los tributos debidos a su majestad, y se le hizo proceso ante el otro alcalde para que diera las fianzas, y el procurador de la villa pedía que, mientras las daba que la vara de justicia se depositara en el regidor de hidalgos más antiguo para que la rija y ejerza y evitar el vacío de jurisdicción.

Pedro Díaz alegaba que nunca a los alcaldes se habían pedido fianzas, pero ahora eran los responsables de la cobranza de los tributos reales, y por ley se le exigían. Dice que “es oficio honorífico del que no me puedo excusar”. Pide al escribano que certifique que en los más de 40 años que lleva ejerciendo su oficio nunca se han dado fianzas, y él mismo ha sido alcalde 6 veces y nunca las dio. Lo metieron preso en la cárcel por orden de don Jacinto Velasco, el otro alcalde. Apeló ante el corregidor en 8 de agosto, y éste remitió a Villada los autos ante el propio Marqués de Tábara, que estaba allí.


El marqués estimó que sí se debían exigir las fianzas, pero además la elección de los dos alcaldes había sido nula, pues ya eran regidores el año anterior y debían tomar las cuentas, lo cual los invalidaba. Sentencia el 13 de septiembre que se repitan las elecciones y que afiancen sus oficios. El 16 el escribano se lo notificó a los electores. El 21 procedieron a hacer la nueva elección de alcaldes. Por los hidalgos a pesar de la resolución del marqués, Pedro Díaz volvió a tener 3 votos, don Francisco Costilla dos, Antonio Caballero uno. Para el estado general Andrés Riesco tuvo 4, Francisco de Cuellar 1, y Juan García del Villar otro. Jacinto mostró su disconformidad.

El marqués el 25 volvió a declarar nula la elección y les mandó elegir de acuerdo a las leyes y pragmáticas del reino, bajo pena de 50 ducados para repartir entre los pobres. El 29 hicieron la tercera elección sin la asistencia de don Jacinto Velasco. Salieron elegidos don Francisco Costilla Cepeda, al que no le pidieron fiadores “por allarse el susodicho con muchos medios y abonado para las cobranzas y pago de los débitos reales”, y Francisco de Cuéllar, que tuvieron 4 votos, y perdedores Antonio Charro y Andrés Riesco obtuvieron 1.

Por fin el regimiento quedó constituido por Don Francisco Costilla y Francisco de Cuéllar como alcaldes, Antonio Charro, Lucas Valer, don Nicolás de Uña y Pedro González, como regidores, y Baltasar Torío como procurador. Mandaron publicarla tocando la campana del reloj para juntar concejo público.

Como don Jacinto Velasco, elegido alcalde en la primera elección a pesar de haber sido regidor, y haber tomado posesión del oficio y ejercido durante tres meses, se había ausentado de la villa, y temiendo pleitos y disturbios, le notificaron las actas de nueva elección y tomas de posesión. Don Jacinto se negaba a ser desposeído de su alcaldía y fue “puesto presso em la carçel pública desta villa donde estaba con una cadena” por mandado del alcalde Costilla, en octubre, pues le había mandado hacer un repartimiento de tributos como persona particular, a lo que se negaba alegando que había sido elegido por alcalde, y recurrió a la corte y mandaron que lo soltara y que remitieran los autos a Valladolid.

(A.  R, Ch. V Pleitos Civiles. Taboada olv. Leg.554-14).

 

 

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