La
herencia de Iván de Collantes, un hidalgo del siglo XV.
Hoy traigo al
recuerdo un pleito que fotocopié hace años en la Real Chancillería, (A.R.Ch.V. Zarandona y W. Olv. 1353-8 ). que
es fuente de información sobre, la economía familiar, las costumbres
funerarias, los conflictos familiares, la vida, en definitiva, en el tránsito
de la Edad Media a la Edad Moderna.
Iván de
Collantes era un hidalgo de la clientela de don Pedro Pimentel, que se asentó
en Villafáfila después de la ocupación de la villa por el Conde de Benavente en
1468, y fue alcaide de la fortaleza de la villa desde 1475 al menos, hasta su
muerte en 1489 o 90.
Fue uno de los hidalgos de
confianza de don Pedro que envío a tomar posesión de la villa de Almanza en
1467 cuando falleció su mujer: “que fue a
tomar la posesyon Yván de Collantes e Angulo e Fernad Vázquez e Cristóbal
de Villafaña, criados del dicho don Pedro” (Quevedo f 2882-1). El mismo día
tomó posesión del castillo y fortaleza de Almanza y Rodrigo de Prado hizo pleito-homenaje,
“testigos Pedro de Vega, Juan de Porras, Alº del Castillo, Antonio e Juan de
Valderrábano, e Sancho de Angulo, e Juan de Collantes e Fernán Vázquez, e Juan
González de Mamelas”. (Quevedo f 2881-2)
Durante la ocupación de la villa por los
Pimentel a finales del siglo XV fue alcaide de la fortaleza : “... e el dicho don Pedro tuvo por
alcaides a Juan de Collantes e a Mezquita" (A.R.Ch.V. Pleitos
Civiles. Varela f. C.2046-2.)
Sus actuaciones apenas han dejado testimonios
documentales salvo cuando fue testigo de la compra por don Pedro Pimentel en
1475 de:
“unas
casas de Pedro de Porras y María González, su mujer, con su corral y su patio
en la colación de San Martín, en la Plaza, dentro de la villa, linderos casa de
Juan de Villagómez y lagar de Alvaro de León, bodega de Juan de Valderas y
calles públicas y plaza del concejo. En Villafáfila a quinze días de enero año
del nasçimiento de nro salvador de mil e quatroçientos e setenta e çinco años.
Testigos: Yván de Collantes, alcaide, Pedro Martínez mozo, Juan de
Muélledes y Juan Zapatero. Alfonso Sánchez, escribano y notario público”
(Escritura original en archivo de la familia Trabadillo).
No conocemos
más datos de Iván durante su vida, lo que sabemos es por referencias después de
su fallecimiento.
Hacia 1467 se
casó con María Vázquez, hija de Vasco Pérez, de Benavente, que recibió en dote
y casamiento unas casas en la calle de la Viga, en las que había “avía
bestias, puercos y colchones, cabezales
y lienzos e ropas de vestir e de
cama y alhajas e otros muchos bienes
muebles e semovientes que podían todo ello
valer fasta setenta mil mrs”, y 15 cargas de tierra de sembradura,
12 cargas de trigo y 18 de cebada, 5 cubas llenas de vino que se vendieron a 7
y 8 mrs el azumbre. Además 6 cargas de tierra en Fuentes, 30 cuartas de viña,
una octava parte de un molino en el Cea, y otros bienes en Valdescorriel y
Vega.
A Iván le
sobrevivieron 6 hijos: Francisco, Luisa, Rodrigo, Beatriz, María y Juan de
Collantes.
Falleció a
finales de 1489 o principios de 1490, pues en febrero de este año la viuda
presenta las cuentas de lo que había gastado en su entierro a los cabeceros
nombrados por Iván en su testamento: Alonso Fernández, cura de San Pedro y arcipreste
de la villa, y Lope de Riero, un hidalgo, su vecino. Ascienden los gastos a 18.311
maravedíes, es testigo Fernán Vázquez, hermano de María y da fe de su
certeza Juan García, notario apostólico.
Lo gastado en
las honras fúnebres que se presenta pormenorizado ascendió a 8.707 mrs.
Podemos
hacernos una aproximación a las exequias que se celebraron por esta relación de
gastos:
Alumbraron los
oficios con 18 hachas de cera y quemaron otras velas más pequeñas.
Estuvieron
presente muchos frailes y clérigos con los que gastaron en comer y cenar 6
carneros de un año, 4 cabritos y 3 cántaras de vino. No sabemos el número de
clérigos seculares, pero serían todos los de la villa y alrededores,
seguramente más de 14, por el coste de las misas. Tampoco sabemos cuántos frailes, al menos dos,
de San Francisco de Benavente que estuvieron 8 días y varios frailes de
Moreruela que vinieron a las honras. Más al hijo de Antón de León, un criado de
confianza de don Pedro Pimentel en Benavente, al que le dieron media carga de
cebada por las misas que dijo.
Repartieron
limosnas de pan, vino o carneros a los cercanos monasterios de San Francisco,
Santo Domingo, Santa Clara y Santi Espíritus de Benavente y al convento de
Villalobos. Y en la caridad con los pobres que vinieron al entierro se gastaron
10 quesos, 5 cántaros de vino y en panes tres cargas de harina, más 15 vellones
de lana para hacer hábitos y una saya a una mujer envergonzada, es decir
prostituta o manceba. A cada una de las 9 iglesias de la villa de dieron 100
mrs. de limosna.
El gasto de las honras que se fiso es el
siguiente:
Doze
hachas que traxeron de Çamora Diº Garçía con otra cera menuda más otras seys
hachas que me fizo Juan de Sexas en casa.
4 carneros
añejos que se gastaron al comer fleyres y clerigos a çiento sesenta que son seisçientos
cuarenta
Más los
carneros que se gastaron al çenar e tres cántaras de vino tresientos y
veynte mrs.
Mas quatro
cabritos a 50 mrs son 200
Mas
catorze reales que se dieron a los clerigos que dixeron las misas que son 434
mrs
Mas una
dobla que se dio a los flayres de Moreruela que vinieron a las honras son 365
mrs
A los
flaires de San Fco de Bte 20 c. De vino a 24 mrs/ c. 480
A los
flayres de Santo Domingo de Bte 4 carneros añejos a 160 mrs. 640
más çinco
cantaros de vino a la caridad que vinyeron a las honras a 24 mrs la cántara,
120
más a la caridad 10 quesos a 50 mrs. 500
Mas se gastó
al comer 8 cantaros de vino 184
Mas tres
cargas de faryna a 500 mrs/ c. 1500
Di a las
monjas de Villalobos 10 cantaros de vino a 24 m 240 y un carnero 160
mr
Mas otra
saya que di por su anima a una envergonzada que costo con la fechura 300
mrs.
A los
frayres de Santa Clara de Bte por su ánima 240 m
Más otros
10 c. de vino a las monjas de Santespiritus de Bte 240
Mas que
tuve aquí dos flaires de S Fco de Bte ocho días por las misas 6 r. y de comida
cada día un real que son 8 r. 434
100 mr a
nueve yglesias de la villa que monta 900 mrs.
Todo lo
qual di con acuerdo de los cabeçeros
Más di
quinse vellones de lana para faser ábitos por el ánima de dicho yván que valían
300 m
Una carga
de cebada al hijo de Antón de León por que dijo misas por su anyma una carga de
cebada son 200 mrs
10 r a
Lope de Riero para que diese a un hombre de quien se tenía cargo. 310
Total
8.707
Por la cuenta
que presentan después del cabo de año podemos saber lo que gastaron para
cumplimiento del testamento de Iván que no conservamos:
Primeramente
en el cabo de año que se fizo por su ánima que se dieron 13 reales a los
clérigos que dixeron las misas de cabo de año siguientes: 404
Yten dos
flayres de Sant Fco que dixeron misa un real 31
se dio a
la Vera Crus + çien mrs. que llevo Rodrigo Herrada abad 100
se gasto
ese dicho dia en pescado y sardinas 211 mrs para los clerigos
e mas
otros dos reales de espeçias 62
6 cantaras
de vino a 24 mrs/ c. 144
Al capellan
este año 1336
Dos
ochavas de farina 76 y medio mrs
A Santa
María de la Moral 100mrs
150 mrs
de cirios
dos libras
de çera para candelas 100 mrs
de
ofrendas de pan y vino y çera este año 1200 mrs
a una
muger envergonçada 4 varas de paño, a dos reales la vara, se dieron por su alma
248
se ha de
dar para un bulto para poner sobre su sepultura 7000 mrs, este bulto se
ha de faser si oviere dinero para cumplimiento de la quinta
se dieron
quatrosientos mrs a un moço de sno que hera en cargo. 400
Mas al
ferrero de San Agustín 100 mrs.
A su
hermano de Ferrando 500 mrs que le hera en cargo que le mandó dar .
Mas dos
mill. 2000
Una manta
que se dio al espital por su anima costó 155 mrs.
2 reales a
Gonçalo Garçia guardador de Sant Pedro para la yglesia 62
un paño
que se dio fecho a los pobres de San Láçaro de Benavente en ropa fecha 1000
mrs
se dio a Garçia
Rapino 1000 mrs que le hera en cargo y mando dar Yván de Collantes.
una saya a
su ama de Rodrigo por su anima que costo 11 r. 341
Otra saya
a la de Alcobaz de Palençia , çinco varas a dos reales y medio y un real de
hechura que son 418 mrs.
Se dio a
Vallesyllo 1000 mrs por amor de Dios
Una saya a
una moça de Villarrín por cargo de servicio 9 reales 280
A Sª Mª de
Villarigo 100 mrs. Y una libra de çera en çincuenta mrs 50
De una
capilla que sirvio el arçipreste 660 mrs
De otra
capilla que sirvio Juan de la Cámara de dos misas cada semana este dicho año 1336
mrs
1000 mrs
a Gómez de Prado por la criança de Juan
otros 2000
mrs que me presto para misas y cera por su anyma
a un mozo
de Santa Elena 620 mrs a cargo de su serviçio
50 r. a
Losylla cazador de conposiçion que con ellos fizo Collantes antes que muriese
1550
400
mrs a un honbre de una aldea de Villafrechós que Iván le hera en cargo que sabe
el arçipreste y Lope de Riero y se los mandaron pagar
Total
26.034 mrs
No conocemos
el contenido del testamento de Iván, por lo que debemos deducirlo de esta partida
de gastos hechos hasta el cabo de año. María también había sido nombrada
testamentaria de su marido, lo que indica una buena relación conyugal y su valoración
para la gestión de su última voluntad.
Se enterraría
en la iglesia de San Pedro de donde era feligrés y dejó mandado que se le
construyera una escultura “bulto”, sobre su sepultura. También dejó fundadas
dos capellanías de una misa semanal, y otra de dos semanales, y que le
ofrendaran de pan, vino y cera durante una año. No tengo constancia de que
estas capellanías pervivieran en el tiempo.
La muerte le
debió de acontecer de forma inesperada, dejando a sus hijos pequeños y quedando
algunos pagos sin realizar, como los herbajes del ganado lanar que llevaban a
pastar al monte de Castronuevo, que era de Juan de Porras “12000 mrs. a Santiago de Villacorta”,
“Cuando fallesçio Iván sabe que se debvya a Bernaldino de Saldaña , mercader
de Burgos, 10.000 mrs.”. Seguramente de adelantos que hacían los comerciantes
de lana a cuenta de la que comprarían en los meses de mayo y junio. Parte de
una viña que había comprado recientemente a Juan Tejero.
El pastor que
tenía, llamado Matanza dice que le debe su soldada, y que el mismo año que se
murió Iván, se murieron la mitad de los ganados.
En definitiva,
era un hidalgo rico con buena labranza de cereal, viñas y ganados lanares, que
desempeñó cargos políticos y militares en la villa bajo el patrocinio de los
Pimentel.
Parece que
los primeros años de viudedad las relaciones familiares se mantuvieron
cordiales. El hijo mayor, Francisco, y la viuda administraron la casa y la hacienda,
mantuvieron la labranza y aumentaron el ganado. Son varios los testimonios sobre
esta capacidad de María Vázquez:
“es mujer
solíçita… e puso mucha deligençia en guardar la haçienda e la granjearon e
industriaron ella e su hijo Frcº y la mejoraron e acreçentaron… gastaron
en los reparos de los bienes y en las labores de la labranza en la guarda del ganado con collazos y
pastores más de 80 o 100 mil mrs. y en las personas de sus hijos en les dar de
comer e vestir… en los dichos nueve años que a que fallesçió Yvan de Collantes,
poniendo a los varones a leer e escrebir y las fenbras a labrar... y aun con
los varones fiso mucho mas gasto porque andaran syenpre muy bien vestidos”, Lo
calcula en más de 4000mrs. con cada uno cada año”.
“Mª con
mucha diligencia e guarda sostuvo en pie todos los dichos bienes, en los
guardar e procurar e mejorar todo aquellos que otra qualesquier buena persona e
padre familias fase e puede azer, en
procurar sus bienes…nuestra madre por su industria y trabajo en veintiçinco
años que estuvo viuda ganó y multiplico y aumentó los bienes muebles y raizes y
semovientes”
“ Yvan de Collantes e su mujer tenían de antes y al tiempo que fallesçió muchas tierras conçegiles en los términos de Villafáfila fasta en treynta cargas de senbradura poco más o menos, e que fallesçido el dicho Yvan quedaron las dichas tierras a la dicha Mª Vázquez porque fue y es costunbre en esta dicha villa que, quando marido y mujer tienen tierras conçegiles, las tales tierras, muerto el marido, quedan a la mujer si quiere y tiene labrança, e que asi se a usado e guardado en esta villa e usa e guarda de uno, dies, veynte, quarenta e sesenta años a esta parte, e de tanto tiempo que memoria de onbres no es en contrario, e la dicha Mª Vázquez a tenido e tiene las dichas tierras e las a labrado e labra en cada un año a sus fojas… Y ha podido coger hasta 100 cargas de pan por mitad y hasta cuarenta carretadas de paja”.
Por este
pleito conocemos que al menos desde finales de la Edad Media era costumbre
llevar el ganado lanar a pastar en las dehesas cercanas, lo que se llama trasterminancia.
Si en 1489 Iván tenía arrendado el monte de Castronuevo, en 1499 tenían
arrendado el pasto del monte de Quintos a don Pedro Pimentel dos ganaderos, Francisco
de Collantes, de Villafáfila, con 635 cabezas y Gonzalo de Távara, de
Revellinos, con 615 cabezas por lo que le
han de pagar 15.000 mrs y 11 carneros borregos por el arrendamiento del monte
de Quintos del año 99, y del año 98 le deben 800 mrs.
Por las
ventas de grano, vino, lana y ganado tenían que pagar la alcabala, un tributo
del 10% sobre las ventas, que el concejo arrendaba por alto y luego repartía
entre los vecinos según sus “tratos y granjerías”. En 1499, Juan de
Villagómez, que era el recaudador de las alcabalas, “preguntado cuantos mrs
le deben de casa de mi señora de alcabala que le repartió el concejo… la
alcabala que le fue repartida el año noventa y nueve fue de 1800 mrs. de los
cuales le tiene pagados del terçio primero un castellano que Pedro Roldán le
dio en nombre de Mª Vazquez e su hijo, y del terçio segundo este testigo hizo
pedimiento al alcalde Diego García para que le pagasen lo que le debian de
alcabala y, porque se partía la hasienda, que, para pagarle vendieran una
vaca a los carniceros, que fuera de
todos según desian, por 800 mrs que le dieron, con lo cual solo le deben 515
mrs” . Con lo cuál más o menos pagaba la hacienda de Collantes en 1499 el
0.6% del total de las alcabalas. Y podemos intuir que el primer tercio del año,
cuando todavía no se había iniciado el pleito de herederos, se paga con una
moneda de oro, para el segundo tercio es necesario vender una vaca del común de
ellos bienes, pues es posible que el dinero metálico que hubiera en casa, se
quedaría guardado para evitar el reparto.
Algo debió de
pasar entre María Vázquez y sus hijos pequeños: Beatriz, María, Rodrigo y Juan,
de los que era tutor y curador su tío Francisco Vázquez, sobre el reparto de
los bienes que había dejado su padre, cuando reclamaron que les fuera entregada
la parte que les correspondía. Estas diferencias se trataron de solventar ante
la justicia, en este caso ante el primer alcalde mayor que actuaba en
Villafáfila, nombrado por las Reyes Católicos para ejercer la justicia a los
vecinos de la Orden de Santiago después del reintegro de la villa a la misma,
tras 30 años de ocupación por los Pimentel, el licenciado Diego López de
Yanguas.
Era un
funcionario real al que le habían encargado la resolución de diferencias de
términos en Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, y conflictos suscitados
por familiares del Marqués de Astorga, en lugares de esa comarca.
Durante su estancia en Villafáfila
había dictado sentencia contraria a los intereses del Conde de Benavente,
eximiendo a los vecinos de la villa del pago del castellaje que
abusivamente llevaban los arrendatarios.
Parece que
encauzó las diferencias entre los herederos, mandando hacer un inventario de
bienes y nombrando unos partidores. Había dejado a Juan de Villagómez un
hidalgo, y a Lope Ferrández, clérigo, que partiesen las viñas, tierras, el pan,
trigo, cebada y centeno, la bodega con las cubas, y las mulas de arada y los
bueyes.
Pero en
noviembre de 1499 fue mandado prender por sus altezas y mantenido preso en
Villafáfila para ser llevado posteriormente a la corte:
“por quanto el señor liçençiado Diego López de Yanguas Alcalde Mayor estaba preso e no lo dexaban ver ni lo podia aber, que ante las puertas de su morada presento un escrito” (15 de noviembre )… e por el dicho señor licençiado estar preso, por mandado de sus altezas, y espirado su oficio ... el liçençiado no estaba en la villa ( 19 de noviembre ) que lo habian llevado preso por mandado de sus alteças”
Por lo que
Fernán Vázquez requiere a Pedro González, un vecino hidalgo de la villa, al que
había dejado por teniente de Alcalde Mayor:
“En la
villa De Villafáfila a dos días del mes de octubre del año del nasçimiento de
nuestro salvador de mil e quatroçientos e noventa e nueve años, ante Pº
González, lugarteniente de justiçia mayor por el muy versado señor liçençiado
Diego López de Yanguas, alcalde mayor de la orden y maestrazgo de Santiago de
los puertos aquende por el Rey e la Reyna nrºs señores, e en presençia de my,
Antonio de Villegas escribano e notº público en la dicha villa e su tierra por
el muy noble caballero, el señor don Enrique Enríquez de Guzmán, comendador de
la encomienda de Castrotorafe e desta villa y de los testigos de yuso scriptos,
paresçió presente Fernando Vásquez, vesyno de Villafáfila, en nonbre e como
procurador de Juan de Collantes y Rodrigo de Collantes e de Mª e Beatriz de Collantes, hijos que quedaron de
Yvan de Collantes, y presentó un escrito, escrito en papel e firmado de un
nombre que desya Barja, su tenor del qual es este que se sigue:
Muy
Virtuoso señor Pº Glez, alcalde e lugarteniente de corregidor desta villa de
Villafáfila por el noble señor el liçençiado Diego López de Yanguas, gobernador
en todas las villas y lugares que la orden de Santiago tiene de los puertos
aquende, por el rey e la reyna nrºs señores, yo Fernand Vásquez, en nombre y
como procurador y curador que soy de Juan de Collantes e de Rodrigo de
Collantes e María y Beatris de Collantes, fijos de Yván de Collantes que Dios
aya, por aquella vía que mejor puedo y devo digo que fallareys que entre my y María Vásquez, mujer de Yván
de Collantes, que Dios aya, por mandado de dicho señor Diego López de Yanguas e
por quitar debates e contiendas fuimos conçertados de común çiertos partidores
para que partiesen e dyvidyesen la fasyenda que se ganó durante el matrimonio
entre los dichos Yván de Collantes y la dicha María Vásquez e se fisyese la
divysyón dello entre los dichos fijos de Yván de Collantes y la dicha María
Vásquez”
El licenciado
había dejado concertada la división por un memorial de bienes y habían
comenzado a dividir las viñas, pero María había puesto impedimentos y
dilaciones. Y quedaban la casa y una huerta por partir. Los menores piden que
apremie a los partidores para que hagan las suertes según Dios y sus conciencias.
María Vázquez había vendido 80 carneros antes
de que se partieran los bienes perjudicando a los menores, por lo que Fernán
Vázquez pide que cuanto antes se ejecute la división para poder vendimiar la
viñas, y sacar el ganado del poder de los pastores en agora está y ponerlo en
otros y vender lo que menester fuese.
Para que las
cosas no llegaran a las manos, Pedro González mandó a Francisco de Collantes,
que actuaba por sí mismo pues ya era mayor de edad y en nombre de su madre, y a
su tío Fernán Vázquez, que representaba la parte de los menores, “que no
tengan ni fagan el uno contra el otro en henojo, salvo por justiçia, so pena de
diez mil mrs para la cámara e fisco de sus altezas, y les pongo tregua de aquí a
San Juan y de San Juan en un año, bajo la dicha pena, para sí u sus valedores”.
Ambos aceptaron las treguas, pero siguieron los escritos para demorar el
reparto.
María Vázquez,
por sí y como curadora de su hija Luisa, presentó un escrito: “Virtuoso
Señor … había pedido al señor corregidor que partiese los bienes, y nombrados a
Juan de Villagómez y a Lope Ferrández como partidores, y mientras,
cavilosamente me fue movido por Fernán Vázquez como curador de quatro de mis
hijos y quería haberse buenamente conmigo y entregarme todo mi casamiento y lo
que gasté por el ánima de mi marido y todas las otras cosas que de derecho hubiese
de haber… agora …mis hijos y Fernán Vázquez con poca obediencia y poco
temor de Dios quieren haçerse con las viñas y el ganado… que no entren en la
viñas … que seáis diligente y evitéis escándalos y alborotos y no seáis remiso
ni negligente y cualquier culpa que en ello acaeciese de cualquier mal y daño
muertes y otras cosas y de me querellar de vos a sus altezas”
El 4 de
octubre el teniente mandó a Pedro Tostón y Diego García que partiesen las
tierras y las viñas y cubas y el pan en grano y echasen suertes, pagándoles lo
que justo fuese por cada día que dediquen a las partijas. La partija de ganado
la hicieron Juan Aguado y Lope Ferrández, cura de San Pedro, a consentimiento
de todos.
A Mª Vázquez le
adjudican 346 ovejas y 15 cabras de vientre y a los menores otras tantas, los
menores hicieron suertes entre ellos con las que les entregaron. Ya entonces se
marcaba el ganado para distinguirse en caso de extravío: “han de faser nueva
señal de fierro apartada de la que tenían”. Fernán Vázquez requirió a Francisco
de Collantes y a Luisa que “señale de buena señal las ovejas e cabras que le
copieron … que le plaçia faser las
señales de fierro en el rostro derecho”.
Juan Fernández
Mañuza, pastor, juró por los santos evangelios: “se han de partir las vacías
salvo 18 marones que están partidos”.
Ante la expiración
del mandato del alcalde mayor, y sus prisiones, el conocimiento del pleito se
complica, pues se duda de que la competencia recaiga en el teniente que había
dejado nombrado o en los alcaldes ordinarios de la villa, por lo que los
escritos se presentan ante ambos:
“Ante
Alonso de Caramaçana, alcalde ordinario en la dicha villa por sus altezas, Álvaro
García de Villalpando presentó otro escrito… e por el dicho señor licençiado
estar preso por mandado de sus altezas y espirado su ofiçio, el qual suçedió y
queda en vos a lo menos el ofiçio de alcalde ordinario… que tome la causa en el
punto que esta y dé los apóstolos de la apelaçión… el alcalde lo ovo por
presentado”
Pero el
teniente dejado puesto el anterior alcalde mayor siguió conociendo del pleito: “a
diez y nueve días del mes de octubre, Pº González, tte por el ldo López de
Yanguas… el liçençiado no estaba en la villa que lo habían llevado preso por
mandado de sus alteças”.
Ante la posibilidad
de que el pleito se complicara, María dio poder para todos sus pleitos a Álvaro
García de Villalpando, a su hijo Francisco de Collantes y a Alonso Vázquez,
vecino de Benavente y a Fernando Vázquez, vecino de Villalpando, posiblemente
parientes suyos.
Francisco de Collantes, se presenta ante Pedro
González, teniente de alcalde mayor y dijo que de: “un sylo de çebada par de
la puerta de Alonso Roldán, en la calle que va a la plaça cabe la bodega de Pº
Glez”, la cebada es suya, de una tierra que Lope Fernández, cura de S.
Pedro, tenía arrendada en el monte de San Pedro de Muélledes y se querelló de
su hermano, Juan de Collantes, porque le estorbaba usar dicho silo. El teniente
mandó que no se tocara y a Juan de Collantes le mandó que no pudiese salir de
casa de su tío y curador, Fernán Vázquez, donde vivía.
Fernán
Vázquez en nombre de los menores presentó otro escrito ante Pedro González
protestando de que le impidan acceder al silo, porque el auto: “es nulo por
haberse dado el mandamiento sin estar vos, señor, sentado en juicio en el
lugar acostumbrado do soléis juzgar y no fueron citadas sus partes… que,
porque Francisco de Collantes diese muchas bozes, no por eso avyades señor de
dar el dicho mandamiento… e sy por dar bozes a my me avéis de dar lo ajeno, yo, y todos quantos ay en la villa,
daríamos boses”
También apela
el mandamiento que había dado para que Juan de Collantes no saliese de su casa que
le había señalado por cárcel.
En el pleito
está la relación de bienes, tanto tierras de heredad como de concejo, viñas,
casas, bodegas y silos. Pero esa relación parece que es incompleta pues en un
nuevo inventario de 1513, a la muerte de María, se declaran más bienes. Las
describo por su valor toponímico.
Las viñas que habían quedado a la muerte de
Iván, casi todas ellas situadas en pagos dedicados al cultivo vitivinícola pues
lindan con otras.:
En
Valdarias,
Casa de
las Pedreras
Las Pedreras
Viña Larga
Viña Velasca
Viña Roldana
Viña de Antes?
Viña de tinto
Viña de la Galana?
Viña del Pozo
Viña de Ardevides
Viña grande del Grullero
Viña camino de Salinas
Las tierras de
heredad, es decir propias:
Al Pocico
[de Valorio] linda con el sendero del Ladrón y tierra tapiada de Juan González,
clérigo.
Sendero de Santa
Mª de Villarigo, camino de Otero a Villarigo y campo del concejo y tª S.
Juan
Ribas
Royas, con tierra de Ferrando de Villacorta y Los Llamares tª de Pº Mtz
Curto y Foyos del conçejo
centenal del Camino
de Villalpando, camino y los Llamares, heras de la Raviosa y va partida por
las esquinas y angosto del concejo
Santa
Olaya con tierra de Antón de Muélledes y Fdo Ferrero y camino que va para
Toro y sale a los foyos hacia las
cabañas
tierra de la
Raviosa con tierra de Pº de Porras y Alonso de Béjar
tierra par de
la cabaña de Moreruela
herreñal par
de la viña del obispo con camino del concejo
tierra del camino
de la Torre con tierra de Fco de Villalba y camino
herreñal del camino de Benavente, hacia los Tejares
tierra de la
Atalaya con tierras de Fernán
Vázquez, Gerónimo de Aguayo y Lope de Riero
la tierra de La
Vega camino
de Salinas
herreñalico a
la carrerina Traviesa con herreñales de Pº Tostón y de Luis de Barrio
tierra del
Pyco? Con tierra de de
San Gervás y camino de Salinas
herreñal
del Pozo con lagar
de Moreruela
Las tierras
concejiles que disfrutaba:
la tierra del camino de Villalpando con
tª de concejo que trae Sanchón hacia Villalpando, la salina y tierra de Martín
de Barrio
en la tierra
de Valdeoscuro un quiñón hacia Villardiga
un quiñón en
la tierra del Alberque y otro sembrado hacia el cº del Portillo y hacia
San Pedro
en la tª del
camino del Portillo hacia la Huerga del Hinojo
Tierra a Santa
Mª de Villarigo
Tierra del
Obispo que trae Mansilla
Una tierra en
San Pº de Muelledes
La tierra
de Valle que es de concejo
Además de la
casa en la colación de San Pedro, la bodega era un edificio independiente de la
casa, situada también en la colación de San Pedro, estaba “par de la
puerta de la fortalesa”, tenía dos plantas que llaman arriba y abajo.
Tenía al menos una ventana. La parte de abajo estaba arqueada, pues se menciona
debajo la entrada a mano derecha desde el agujero que está en el pie del
arco, y a mano izquierda en el arco de entrada de la bodega. La
parte de arriba tenía un portal donde se vendían los vinos que se podían vender
al público y un lagar. Además, se menciona un bodegón y un sobrado “dençima”.
Contaba con al menos 9 cubas, más otra desecha y una tina
En ese
momento hallaron 63 cargas de trigo y varios silos en diferentes calles
conteniendo cebada o centeno: “19 cargas de cebada del silo de la puerta
de los carniceros y completar con el silo empezado a la puerta de la
villa par de su lagar … 8 cargas de çenteno en un silo a la puerta de la
bodega… de un silo pequeño que sienbran tendría 4 cargas de trigo… y en
un silo de 15 cargas a la puerta de Juan de León … 23 cargas de
cebada en un silo a la puerta de Alonso Roldán … un silo de 13 cargas de
çebada en la calle de Fdo de Villacorta … un silo de cebada a la
puerta de la villa que hace 32 cargas… y del silo de casa 8 cargas …
7 c de cº del silo que está par de la bodega de casa”.
El ganado de
labor o carga que se declara es:
9 cabeza de
vacuno: un buey de arada bermejo, un buey de arada prieto, una vaca de arada
con su hijo, otra vaca chiquita, la becerra de tres años, un becerro de tres
años, otro becerro, un becerro hijo de la vaca vieja,
9 cabezas de
equino: la mula bermeja con el yugo carrero, la mula ruen, la vieja
pequeña, la mula rabona con su yugo de arada, un asno, la burra pardilla para
cuando se parta el ganado, otra burra, una bestia y la yegua
La carreta
nueva con su aparejo, la carreta vieja con su aparejo, las puertas de tapiar.
Parece que el
proceso se paralizó porque el alcalde ordinario de la villa, ante las
peticiones de apelación, dijo que como él no era asalariado y que necesitaba
pedir consejo de letrado. Y probablemente ante la perspectiva de que los gastos
fueran cada vez mayores se vendrían a buenas. De hecho, María desempeñó posteriormente
la tutela de sus hijos menores, no sabemos si por renuncia o muerte de Fernán
Vázquez.
Las relaciones
familiares se volvieron a enturbiar cuando Beatriz contrajo matrimonio con
Rodrigo de Villarroel, un hidalgo de Villafrechós, le reclamó a su madre que le
diera toda la parte de herencia que le correspondía de los bienes de su padre.
En 1509 ( A.R.Ch.V. R.E. C.280,63) se inició otro
pleito entre éstos y María Vázquez por la herencia ante Pedro Montaño, alcalde,
diciendo que cuando falleció Iván hacía 20 años había dejado bienes por valor
de 800.000 mrs de los que Mª quedó apoderada y los había tenido hasta agora
y los tenía siendo tutora e curadora de sus hijos. Pedía la sexta parte de
los bienes y los frutos y rentas que hubieran rentado.
La respuesta
de María descalificaba la demanda porque que no era parte ni presentaba poder
de su mujer, que anteriormente sus hijos ya le habían puesto demanda (la anteriormente
descrita de 1499) y todavía estaba el pleito pendiente en poder de Antonio de
Villegas, escribano. Reitera que su marido no había dejado tantos bienes como
decía, que muchos eran de su dote y casamiento y herencia, y que ya le había entregado
a Beatriz los bienes que eran de su legítima.
El pleito se continuó
ante el alcalde mayor Luis de la Cueva y las partes alegaron sus razones. El
licenciado pronunció sentencia definitiva, en contra de la madre, obligándola a
entregarle a la hija la sexta parte de los bienes, y en las costas:
“fallo que la dicha María Vázque quedó
confiesa en lo contra ella pedido e ansy mesmo por la declaratoria por ella
alegada no la provó dentro del término que el derecho le da. en consequençia de
lo qual, por no aver contestado la dicha demanda segund que de derecho se
requiere, que la devo condenar e condeno por confyesa en lo contra ella
pedido, e que devo mandar e mando que, dentro de nueve días primeros siguyentes
de la data de esta my sentencia, dé e entregue a la dicha Beatriz de Collantes,
su hija, e al dicho Rodrigo de Villarroel en su nombre la parte que le
pertenece como a uno de los seis herederos de los bienes del dicho Yván de
Collantes, su padre, dándole quenta por inventario según que de derecho se
requiere, con tanto que la dicha Beatriz de Collantes y el dicho Rodrigo de
Villarroel en su nombre sea obligado a tomar en cuenta y parte de pago todo
aquello que hubiere resçibido de la dicha María Vázquez, y condenóla más en la
costas hechas la tasación de las cuales en mí reservo y ansí lo pronuncio y
mando por my sentencia definitiva juzgando en estos escritos e por ellos. El
bachiller de la Cueva”
Francisco de
Collantes apeló ante la Real Audiencia y entre otras cosas alegaba que no había
presentado todas las pruebas porque “no había en la villa de Villafáfila
copia (abundancia) de letrados”, aunque a principios del siglo XVI
tenemos constancia de al menos 4 actuando en la villa, incluido el antiguo
alcalde mayor López de Yanguas que quedó ejerciendo de letrado.
La
Chancillería declara que la sentencia de Luis de la Cueva fue bien dada y
pronunciada y María Vázquez apeló mal y se confirma la sentencia y devuelven la
ejecución de dicho pleito al alcalde mayor de Villafáfila el 12 de diciembre de
1511.
Parece que el
Licenciado de la Cueva procedió a esta ejecución: “La mayor parte de los
vienes muebles entró y tomó el dicho alcalde mayor de casa de la dicha su parte,
y los entregó a la dicha Beatriz y a los otros herederos”, por lo que
Francisco de Collantes en nombre de su madre recurrió de nuevo en vía de
súplica ante la Real Chancillería de Valladolid, cuyos jueces volvieron a
recibir a prueba y volvieron a confirmar la anterior sentencia, rechazando la
suplicación de María a 9 de marzo de 1512.
Rodrigo de
Villarroel, en nombre de su mujer, Beatriz de Collantes, probablemente ante la
enfermedad de su suegra y temiéndose un próximo desenlace, pidió carta
ejecutoria en el alto tribunal, que le mandan dar hasta 20 de diciembre de 1512,
casi tres meses después de su fallecimiento.
En el pleito
se encuentra el testamento que María Vázquez redactó antes de morir que
transcribo íntegramente como ejemplo de las actuaciones femeninas a finales de
la edad media y disponibilidad de sus bienes:
In Dey
Nomyne Amén.
Sepan quantos esta carta vieren como yo, María
Basques, vesina e moradora que soy en la villa de Villafáfila, estando como
estoy enferma de my cuerpo de enfermedad que Dios me dio, y estando en mi sano
juisio y entendimiento, creyendo como creo firmemente creo en la Santísima
Trinydad e temiéndome de la muerte que es a todos natural, otorgo e conosco por
esta carta que fago e ordeno este mi testamento a servycio de Dios, Nuestro
Señor, e de la Virgen Santa María, su madre, con toda la corte del çielo en la
manera siguyente:
Primeramente,
encomyendo mi ánima a my señor Jesucristo que la compró e redemyó por el su
preçioso cuerpo en el árbol santo de la cruz, e mys carnes mando a la tierra
donde fueron formadas, e ruego e pido por merçed a la Virgen Santa María, con
toda la corte del çielo que sea my abogada, delante de su preçioso fijo
Jesucristo, e a señor San Miguel ángel ruego e pido por merçed con todos los
ángeles que reçiban la my ányma quando de mis carnes pecadoras subiere y la
lleven al Reyno del Santo Parayso, y si la voluntad de nuestro señor fuere de
me levar desta presente vida y enfermedad en que estoy, mando que mys carnes
sean sepultadas dentro de la yglesia de señor San Pº, entre la capilla de Lope
Ferrández, clérigo, e el arco del altar mayor, junto con la pared , y mando que
den por my sepoltura el derecho que es de costumbre.
Yten tomo
de todos mys bienes muebles e rayces el terçio y quynta e mando se gaste de
dicho terçio e quynta por my ányma lo siguyente: mando que se gasten dies mil
mrs en my enterramyento e en misas e vegillas e pan e vino e çera e ofrenda de
un año que me mando ofrendar, e en el cabo de año e en treyntanarios e limosnas,
y mando que den a Catalina muger de Myguel Godines una saya de pardo.
Yten mando
que ayan cuenta con el esturiano, my criado, y le paguen lo que le fuere a
cargo.
Yten mando
que cualesquier persona que venyere jurando e provando que le debo fasta çien
mrs, mando que se los paguen.
Yten mando
a la Merçed e Trinidad e Redençión e a la Santa Cruzada e a Santa Olalla de
Barçelona, a cada una çien mrs, e a las otras hórdenes acostumbradas sendos
mrs.
Yten mando
a la Vera Cruz, e a Santa María de Villarigo, e a Santa María Madalena, e a
Santa Marta, e a Santa María la Nueva, hermytas desta villa, a cada una medio
real para sus obras.
Yten mando
que se gasten otros dies mil mrs en faser un arco de ladrillo e que se ponga en
el un retablo que yncha el arco, e si para ello fuere menester más de los
dichos dies mil mrs mando que mis erederos lo den, sy quesieren.
E conplido
lo susodicho, sy mrs sobraren de la
dicha terçia e quinta, mejoro en ellos a Frco de Collantes e a Rº de Collantes
e a Juan de Collantes, mys fijos, e sy Juan de Collantes, my fijo, moriese en
la guerra, mejoro en la dicha terçia e quinta
según dicho es, a los dichos Frco de Collantes e Rº de Collantes, mys
fijos.
E para
conplir este my testamento dejo por mys cabeçeros a Bartolomé Manso y a Juan de
Toranzo, vesinos desta villa, e por terçero con ellos a Frco de Collantes, mi
fijo, a los que doy e otorgo todo my poder conplido para que entren e tomen de
todos mys bienes muebles e rayses de los mejor parados, e los vendan e rematen
en pública almoneda o fuera de ella, e cumplan este my testamento e mandas en
él contenydas.
E conplido
e pagado lo susodicho, en los otros mys bienes de más remanecientes, dexo por
mys fijos legítimos universales herederos a Frco de Collantes, e a Rº de
Collantes e Juan de Collantes e a mys nyetos, fijos de Luisa de Collantes, e a
María de Collantes, e a Beatris de
Collantes desheredo porque se casó syn my liçençia e no me fue obediente, para
que estos otros mys fijos y herederos ayan e herieden todos mys bienes
ygualmente con la bendiçión de Dios e con la mya
Yten mando
a mys nyetos, fijos de la dicha Beatris de Collantes, sy Dios los dejare
allegar a hedad para se casar o encabalgar, quinze mil mrs a todos, de la parte
que podría caber a la dicha Beatris de Collantes, su madre.
E por este
my testamento que yo agora fago, revoco e anulo e doy por ninguno otro
cualquier testamento que fasta el día de oy faya fecho por escrito o por
palabra, salvo este que valga por my testamento o codeçilo o por my postrimera
voluntad o en la mejor manera e forma que puede e debe valer de derecho, e sy
nescesario fuere, lo otorgo hordenado a consejo de letrado.
E porque
esto sea firme e no venga en duda, otorgo esta carta ante Pº de Villegas,
escribano de la Reyna nuestra señora e su notario público en la su corte e en
todos los sus Reynos e señoríos, e escribano público en la dicha villa de
Villafáfila e su tierra por el muy magnífico señor, el señor conde de
Benavente, comendador de la dicha villa, al cual rogué que la escrivyese o
fisiese escrivyr e la synase de su syno.
Que fue
fecha e otorgada en la dicha villa en casa de my, la dicha María Vasques, a
diez e siete días del mes de setienbre, año del nasçimyº de nuestro salvador
Jesucristo de mill e quys e doze años.
Testigos
que fueron presentes a lo que dicho es, rogados e llamados: Alonso Ferrandes,
clérigo, e Pº Dies, e Lope Flores e Frco de Prado e Luys Vasques, Juan Picado e
Pº Caballero vesinos desta villa, e de ruego de la dicha María Basques, porque
no sabe escrivyr, firmaron en el registro de esta carta sus nombres los dichos
Aº Frrdes, clérigo, y Lope Flores, conforme a la premática de sus altezas.
Yten mando
que den por Dios a los pobres del señor San Lázaro de Benavente medio paño
pardillo.
Alonso
Frrdes. Lope Flores.
E yo, Pº
de Villegas, escribano público sobre dicho a todo lo que dicho es, en uno con
los dichos testigos, presente fuy, e al dicho ruego e otorgamyento esta carta
de testamento mando escrivyr, según que ante my, e por ende fise este my syno
que es tal en testimonyo de verdad. Pº de Villegas, escribano.
E después
de esto, en la dicha villa, en casa de la dicha María Basques, a veinte e
quatro días del dicho mes de setiebre de dicho año, en presençia de my el dicho
Pº de Villegas, escribano, e testigos de yuso escriptos la dicha María Vasques,
aviendo el testamento por ella fecho ante el my el dicho escribano por firme,
queriendo en el corregir e hemendar por vía de codeçilo, dixo que ella façía
graçia e donaçión de terçio y quinto de todos sus bienes muebles e rayses e
semovyentes a Frco de Collantes, e a Rº de Collantes e a Juan de Collantes, sus
fijos, la qual graçia y donación les fiso pura, mera, perfeta, no revocable,
dicha entre vivos e sanos de voluntad, en remuneraçión de muchos cargos que de
ellos tenya e servyºs que le an fecho, con tanto que los dichos Frco de
Collantes e Rº de Collantes e Juan de Collantes sean obligados a conplir e
pagar e faser conplir las mandas e legados en el dicho su testamento
contenydas, e ansy dixo que lo otorgaba e otorgó, testigos que fueron presentes
a lo que dicho es, rogados e llamados: Pº Calvo, alcalde, Juan de Aguayo, e Pº
Díes, e Alonso Frrdes, clérigo, e Pº Caballero, e Pº Demoño, cantero, vesinos
desta villa.
En fe de
lo qual, yo el dicho Pº de Villegas fise aquy este my syno en testimonyo de
verdad. Pº de Villegas, escribano.
A siete de
octubre había fallecido. Francisco de Collantes y Rodrigo de Collantes
presentaron este testamento ante el alcalde mayor y pidieron que, como no
estaban presentes todos los herederos, para que los frutos y los barbechos
hechos no se perdieran, se nombren dos personas que, a costa de los bienes,
cojan el vino y siembren los barbechos. También estaba presente Juan de Toranzo
y le pidió que mande dar bienes del quinto y tercio para gastar al presente por
el ánima de la dicha María Vázquez.
El alcalde
mayor dijo que no se hiciera la partija hasta que no estén presentes todos los
herederos, mandó que tomen algunos bienes de los más sin daño, para gastar
hasta tanto que los herederos vengan y se partan los bienes.
En la villa a
1 de febrero de 1513 ante Pedro Calvo, alcalde estaban ya los tres hijos varones,
y Pedro de Olea en nombre de María de Collantes, su mujer, y Diego Calderón, en
nombre de sus hijos y de Luisa de Collantes, difunta, y pidieron que nombre dos
personas que partan los bienes, pagándoles sus derechos. Pero los cabeceros de
la difunta le dijeron al alcalde que no diera lugar ni consintiera que se
partieran los bienes hasta que no les fuera entregado el tercio y quinto de
todos sus bienes, y que dos o tres personas tasen los bienes y les entreguen el
tercio y quinto para poder cumplir con lo mandado en el testamento por María.
El 7, en la
casa, cuando los partidores estaban procediendo al reparto de los bienes, se
presentó Rodrigo de Villarroel y requirió a los partidores en nombre de su
mujer para que no hicieran la partija sin estar él presente en nombre de su
mujer, como una heredera y presentó la carta ejecutoria de la sentencia que había
obtenido de la Chancillería.
El 9, Beatriz
presentó un escrito firmado de Ldo Aguilar protestando del testamento diciendo
que era nulo y debía ser anulado porque “habiendo como diez años desde que
me casé y teniendo 25 años yo podía casar sin liçençia de my madre sin por ello
ser desheredara”. Dice que casó “con dino y persona fijodalgo, y aún que
la dicha mi madre mostró plaser y nos fiso las bodas dentro de su casa”.
Rodrigo de
Villarroel pidió la ejecución de la sentencia y entrega de los bienes que le
correspondieran a su mujer ante el alcalde de Villafáfila de aquel año, Pedro
Calvo, que debió de sentenciar que se ejecutara, pero los hermanos Francisco y
Juan de Collantes, que ya estaban amigados en esa ocasión, piden apelación ante
el rey y ante el presidente y oidores de la Real Chancillería de Valladolid, rechazando
la actuación del alcalde ordinario, al que recusan como juez:
“porque es
cosa muy peligrosa e suele tener muy malos fines litigar y pleitear ante juez
sospechoso, mayormente estando el dicho señor alcalde Pº Calvo descomulgado por
descomunión mayor, dada e fulminada contra él por Fernando Fernández,
arçipreste desta villa, a pedimiento de Diego Gallego, sobre rasón de çierta
violençia e quebrantamiento de la yglesia e sacrilegio quel dicho alcalde
cometió e perpetró dentro de la yglesia parrochial del señor Santandres desta
villa en tomar, como el dicho alcalde tomo, al dicho Diego Gallego, por fuerça
e contra su voluntad, de dentro de la iglesia, una ballesta con su gafa e una
espada e un broquel”.
Por lo que
piden que el alcalde no se entrometa a conocer ni hacer autos y que los que
haya realizado sean nulos desde que fue excomulgado hasta que sea absuelto de
la excomunión. Pero el alcalde les niega la apelación.
Los dos
alcaldes pidieron a Francisco de Collantes y a Rodrigo de Villarroel que “en
su partija pleitos y negocios entiendan syn enojos e syn decir palabras
injuriosas el uno al otro”. Y le piden a Francisco que deje libre la huerta
y un herreñal que alegaba que tenía sembrado por su cuenta. El 15 de abril se
presenta ante el señor teniente de alcalde mayor para protestar de la pena que
le había puesto el ordinario, Pedro Calvo, si segaba el herreñal porque él “había
sembrado media fanega de centeno y cierta cebada y tiene los bienes todos por
mandado de la justicia para dar cuenta de ellos cuando le fuera mandado”.
Presentaron
el proceso de 1499 y escrituras que estaban en poder del escribano Antonio de
Villegas para que se metan en el nuevo proceso y presentaron otras “dos
escrituras synadas y cerradas y un escrito de interrogatorio”. Y un
memorial de bienes y el testamento de Yvan de Collantes que estaban en el
registro del escribano Luis Fernández, y una probanza que tenía el escribano
Bernardo Fernández.
La relación
de bienes de 1512 difiere en alguna tierra de la presentada en 1499, y en los
propietarios colindantes, y nos informa de la cabida.
Viñas:
Rabiosa 3 cuartas (q) y media viñas de Ctª Mtnez , Gutiérrez y Luis Vázquez
Rabiosa 2 q. viñas de Santiago y de Pº Glez y tierra de
Collantes
Rabiosa 1 q. viñas
de Santiago y de Alº
Pozo de
Beber 3 q. huerta de
Treslago y herreñal de Moreruela
Grullero 3 q. viñas de Porras y de Juan Drago
Grullero
2 q. viñas de Juan Drago y de Jaun de San Pedro
Grullero 12 q. viñas de Fco Mtnez y Porras, tierra de la de Juan de Valle
Grullero 2 q. viñas de Alonso de Caramaçana y de Bdo
Gutiérrez
Grullero 4 q. Viñas de la de Villacorta y de Mª Fernández y
camino
Valdarias
7 q. viñas de Moreruela y otra que fue de Pº Frrez
Pedreras,
La Roldana 4 q. viñas de
Alonso de Villacorta, Pº de Barrio y de la de Alonso de Caramaçana
Pedreras 3 q. viñas
de Pº Glez, Almança, Aº Glez, y de Alonso de Mansilla
La Casa
20 q. viñas de Alcobaz, Pº Glez,
Mansilla y Villagómez
Majuelo
Largo 12 q. viñas de Santa Cruz y de Juan Glez y tª de conçejo
Ardevides
4 q. viña de Aº Glez y tª de la heredad
Tierras de
heredad:
A la Cabaña
de Moreruela 3 f.
Fuente
de Aldea 6
f.
Fuente
de Aldea, al Palomar 6 f.
La
Rabiosa 6 f.
Los
Llamares, centenal 10
f., linda con el prado
Ribas
Royas 2
f., linda con el prado
Ribas
Royas 3
f linda con campos del concejo
Llamar
de la Piedra 3 f. linda con el prado
Salina
de Bayllo 3
f.
Vadillo 2 f. linda
con la Salina
Sobradillo 2 f.
Sobradillo
entre la Salina 6 f.
Sobradillo 2 f.
herreñal
al mismo Bayllo 1 f.
Sobradillo 8 f. linda con la Salina
Roal 16 f.
Pocico, tapias de Jº Glez 6 f.
Penylla 4 f. camino
de Valladolid
Villarigo 8 f. con la Salina Fernando Ferrero
Santa
Olalla 2
f.
Vega
de Vallorio 4
f.
Tapias
de Vallorio 4 f
herreñal
a S. Clemente 1 f.
herreñal a La Borona 1 f.
Cercas
de Moreruela fanega y
media
Pozo
de beber con
lagar de Moreruela y viña
herreñal tras de la casa 3 f. con
huertos y calle
eras
huerta
que fue de Sª Mª, linda con herreñales y calle
Las
casas principales, huerta y palomar viejo, linderos casas de Lope de Riero y Fernando
Blanco, con huerto de Fernando Pérez y calle
y otras casas pequeñas linderos casa de Lope Riero y casas que fueron de Pº Rodríguez
La bodega dentro de la villa con su lagar con diez casetos de cubas grandes y pequeñas, una tina, un tinal y tres o cuatro tinajas, linderos bodega de herederos de Pº Rodríguez, casas de Alonso Fernández y calle de cabe la cerca. Yo intuyo que estaba por encima de la calle del Sacramento, cerca del castillo.
El ganado
ovejuno 295 ovejas y 210 corderos y 96 carneros y 12 marones “que las demás
de morieron en la dehesa de Castronuevo e en los terminos desta villa con las
grandes fortunas e nieves que aquel año fiso en el tienpo quel dicho Yvan de
Collantes fino. Seys vacas e bezerros, dos mulas de arara, la una muy vieja,
una yegua y una mula de sylla vieja que se metió a arar con dos yugos e arado e
una reja e carreta e unas puertas de tapiar e dos bestias asnales de pastor e
de servicio de casa e fasta çincuenta cargas de pan en grano e fasta ocho o
nueve sylos, los siete en la villa y los dos en Santa María; e fasta veyntidos
cargas de pan senbradas e otras tantas cargas de tierra que se començaban a
barbechar”.
Recuerdan los
bienes propios de María que aportó al matrimonio: “las casas de Benavente en la calle de la Viga linderos
casas de Barcón y de Juan de Poço, y
fasta 20 quartas de viña camino de San Cristóbal a do se dicen los Arenales, y
tres cuartas grandes en Fuentes de Ropel,
otra parte de viñas y de tierras con una parte de un molino son de Mª, y
todo se vendió y enajenó Iván”
De muebles de
casa: “una cama de paramentos, una manta de pared, un repostero, otro viejo
colorado, dos alcatifas, 4 ó 5 poyalotes, unos paramentos viejos, 4 colchones,
6 cabeçales de lana y de lino, 4 sabanas, 2 colchas de sobremesa, 6 almoadas
destrado, otras dos almohadas viejas, seys costales, cuatro o cinco
mantas, una mesa de visagras, otra de
pies de pino, dos calderetas, dos cadenas, un arca grande y 4 pequeñas, 2
escaños, una taça que quedó empeñada por tres mil mrs., 4 tiros de polbora, una
espingarda, seys escudos e pavesas, 4 ballestas, una de palo fuerte con su
garrucha.”
“6 puercos
pequeños y grandes, quatro tocinos, tres briales, los dos colorados, un
mantillo, un arca grande en que se echaba cebada, dos mesas de manteles y seis
andas, una dozena de gallinas y media dozena de ansarones , una desgranadera de
desgranar tinta”
También se
relacionan las tierras de concejo que tenía en usufructo
2 al camino
de Salinas 5 y 1/2 cargas, con tierra de San Gervás, campo del concejo, tierra
del concejo, viña de Santiago y viña de la heredad.
La Burona
3 c. tªs del arcipreste y de Alonso
de Villacorta y camino
Camino de
S. Agustín 4 c. tªs
de Moreruela y de Pº de Barrio y camino de la Torre
Huerga de
la Caraja 1 y 1/2 c. tª de los hdos de Fdo Mtnez y
camino
Casa de
las Pedreras 2 c. tª
de conçejo y viña de heredad
Los
Corralinos 1 y 1/ c tª que fue de Dº Aguado
Valdarias
1 c. tª de Juan de Valle, viña de
Moreruela y camino
Teso del
Grullero 3 f. tª de Btme Manso y viña que fue
de Juan Garçia
Fonsario
4 c. tª de cº y de Moreruela y de Pº
de Valle y viña de la de Villacorta
herreñal
al Fonsario 1/2 c. herreñal
de Andrés Blanco y viña que fue de la de Alonso Sánchez
Camino de
Quintos 1 c. tª que fue de Matilla, viña de Pº
Calvo y camino
Ardevides 1
c y 1/2 herreñal de Pº de Barrio y viña
de heredad
Camino de
los Carros 1/ c. tª
de Villagómez y camino
Además,
declaran poseer “ciertos fueros de casas en Villafáfila”, es decir renta
hipotecaria sobre algunas casas, que no se relacionan.
Se citan varios bienes que había comprado
María Vázquez después de enviudar, incluyendo partes de armadura que habría
comprado para sus hijos cuando fueron a las guerras: “una tierra a la
Atalaya de Martín Rodríguez, linderos los herederos de Pº Rguez e otra tierra
cabe el camino de Quintos, linderos tierra de Fco de Villalba, un ferreñal
pequeño al campo de Palacio, otra tierra a las Pedreras, lindera tierra de Jerónimo
de Aguayo”. “más compró una colcha, un
repostero verde, una alfombra, un poyal, un arca grande, dos mesas de pino, de
pies, un horno, dos mesas de manteles alimaniscos, más de pan y otras cosas que
acrescentó la dicha Mª de que llevó la dicha mujer de Villarroel más de lo que
devía de aver, más dos pares de coraças e un capacete e babera e dos casquetes”
Todos los
demás muebles los compró Mª
En el
ganado de más que multiplicó después de enviudar Mª e ya llevó Villarroel su
parte que no avia de aver”
Debieron
llegar a un acuerdo porque no se llegó a terminar este pleito en Valladolid por
los gastos que su seguimiento ocasionaba a las partes.
No tenemos
muchos datos de los sucesores de Iván de Collantes. El hijo mayor, Francisco
que administró el grueso de la herencia se casó Francisca de Almanza, posiblemente
hija de Diego de Almanza y Constanza González, una familia de hidalgos de la
villa. En 1502 el monasterio de Moreruela le acusa de robo de ganado porque había
prendado varias ovejas y un carnero del rebaño del monasterio en la Tabla,
territorio en disputa entre los monjes y los vecinos de Villafáfila. Entre sus
alegaciones en 1503 dice: “estando el en la guerra contra Françia en nuestro
servicio en Perpyñán”, conflicto al que acudieron varios vecinos de la
villa. Tuvo un hijo, Diego de Collantes, criado de don Bernardino desde que
compró la villa, que siguió viviendo en la casa de la colación de San Pedro. Fue
fiador en alguno de los préstamos del Marqués de Tábara.
Juan de
Collantes puede ser el que participa en la compañía comunera de Villalpando “E
otro Juan de Collantes, vesino de Villafáfila, aunque este testigo no lo vio
asentar a causa de que se fue luego de la dicha villa e no estovo más en ella”.
Proceso contra Bernardino de Valbuena, el comunero de Villalpando, de Tomás
López Muñoz.
La hija
mayor, Luisa de Collantes de casó con Diego Calderón, y había fallecido antes
de 1513 dejando 4 hijos Gaspar 1502, Beatriz 1505, Diego 1510 y Cristóbal 1511.
María de
Collantes se casó con Pedro de Olea, un hidalgo natural de Villasper, pequeña
aldea de Tierra de Campos vallisoletana. Gómez de Olea, viviendo en Villafáfila
pleiteó desde 1548 sobre hidalguía y declara ser hijo de Pedro de Olea y Mª de
Collantes
Beatriz de
Collantes se casó hacia 1503 con Rodrigo de Villarroel, otro hidalgo de
Villafrechós, y entre 1504 y 1507 vivían en Villafáfila. Parece que lo heredado
por Beatriz ascendió a 80.000 mrs. que en un pleito de 1550 declaran sus
sucesores que había llevado a poder de Rodrigo de Villarroel.