Siglo XVII Poder de Jacinto Velasco a Antonio Caballero, para que vote en su nombre en las elecciones municipales de 1661 Las elecciones se siguieron realizando anualmente el día de San Juan según la costumbre tradicional, pero, habiendo transcurrido muchos años desde el traspaso de la villa al señorío de los Pimentel, el interés de los representantes del Marqués de Tábara en intervenir en las mismas ya había decaído. Sí se mantenían las formalidades del reconocimiento del señorío jurisdiccional y cada vez que llegaba un nuevo corregidor, nombrado por el señor de la villa se le entregaban las varas de justicia en señal de posesión y se las devolvía para que siguieran desempeñando sus oficios. Firma del alcalde de 1646, Roque Díez y el escribano Vitacarros. Hasta el siglo XVII por lo menos, para los oficios municipales los elegidos tenían que ser vecinos emancipados con casa propia, por lo que generalmente eran casados o viudos. Solían repetir en los oficios, unas vec...