En el interesante Blog Memoria del Araduey, el 17 de este mes se publica LA COMPAÑÍA COMUNERA DE VILLALPANDO en el que se reseña la publicación de Tomás López Muñoz Proceso contra el líder comunero de Villalpando.
En el mismo se hace mención a cinco vecinos de Villafáfila que formaban parte de la misma.
He tratado de hacer una aproximación a los mismos
Luis de Barrio, perteneciente a una familia de hidalgos, que a finales del siglo XV y principios del XVI, eran continos del Conde de Benavente con varios miembros con ese nombre.
Uno de ellos, hijo de Martín de Barrio, soldado profesional,
que sabemos participó en la Guerra de las Comunidades, pero después sirvió en
otras campañas de los ejércitos imperiales antes de embarcarse para Nueva
España con el cargo de capitán, es poco probable que militara en el bando
comunero, por su trayectoria posterior, salvo que fuera recibido en el bando contrario, salvo como pago algún servicio o
traición.
El otro puede ser un primo suyo del mismo nombre, nacido
hacia 1502, hijo de Pedro de Barrio, y que murió en la villa después de
1565. Aunque su padre recibía
acostamiento del conde don Rodrigo, y participaba en la guerras a las que era
convocado, con su hijo, el conde don
Alonso dejaron de recibirlo. Es mejor candidato a haber militado en el bando
comunero, aunque después de reintegrada a la vecindad de la villa, casado con
Ana Briceño, de Benavente. Heredó el patronazgo de unas capellanías fundadas
por Pedro de Barrio, el Perulero, hijo
de su primo, y dejó descendencia en la villa.
Gaspar de Robles,
también pertenecía a una familia al
servicio del Conde de Benavente. Era hijo de Fernando de Robles, que había sido
alcaide de Villafáfila bajo la dominación de los Pimente. En el siglo XV. Él mismo fue paje del futuro conde don Alonso
en la década de los 90 del siglo anterior. En 1520 fue despedido del servicio
del Conde de Benavente en junio de 1520 sin pagarle el acostamiento por no
tener caballo, motivo de resentimiento casi seguro contra el mismo, lo que le
pudo inducir a enrolarse en la compañía. En 1530 había fallecido dejando viuda
e hijos.
Juan de Osorno,
otro hidalgo posiblemente hijo de Francisco de Osorno, que también llevaba
acostamiento del conde don Rodrigo Pimentel a finales del siglo XV. Era propietario de una cabaña de hacer sal. Sus
hijos recibieron en 1514 lo que le seguían adeudando a su padre por sus
servicios. Hasta 1561 al menos vivían dos hidalgas solteronas, Inés y María
de Osorno, Las Osornas, posiblemente sus hermanas. No he tenido noticias del
Juan después de la guerra por lo que o bien pudo morir o no volvió por la
villa. En 1538 pasa a las Indias un Juan de Osorno, hijo de Alonso Cotán y de Ana de Osorno, de Villalpando, posiblemente emparentado.
Interesante publicación, Elías, dónde se pone de manifiesto lo de toda guerra civil cómo es el resentimiento. Las cosas son siempre más prosaicas. Buen trabajo 👍.
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