viernes, 29 de agosto de 2014

LUIS DE BARRIO, un capitán de Villafáfila al que mataron los indios en México.




Los Barrio eran una familia de hidalgos de Villafáfila, descendientes de Martín de Barrio, criado del Conde de Benavente, originario de Sanabria, que se casó y asentó en la villa terracampina a mediados del siglo XV, y murió en 1473 y estaba enterrado en una sepultura de bulto en alabastro en la iglesia de San Martín.
Tuvo abundante descendencia masculina que sirvieron a los Pimentel en su casa y en sus campañas militares.


 El capitán Luis de Barrio, era nieto de Martín, hijo de Luis de Barrio y de Leonor de Hormaza, de Zamora. Por esta parte materna tuvo relaciones con diversos protagonistas de acciones en los primeros años de la colonización americana. Era hija  de Alvaro González Borregán y de María Costilla, vecinos de Zamora y parienta del licenciado Rodrigo de Figueroa, que había sido Alcalde Mayor en Villafáfila y fue nombrado gobernador de la Isla Española en 1518. En 1510 había pasado a las Indias Diego Costillas, hijo de Juan de Ormaza y de Beatriz de Mella, primo de nuestro capitán.
Por parte de sus hermanos, Martín, casado con María de Ordás, e Inés, casada con Alvaro de Ordás , ambos de Castroverde, emparentados con el comendador Diego de Ordás, uno de los primeros conquistadores de México tuvo que tener mucha relación e informaciones de sus aventuras en el Nuevo Mundo.


Todo ello le impulsa a emprender la aventura americana para alcanzar fama y fortuna
 No tenemos referencia de su fecha de embarque para Las Indias, pues no figura en el catálogo de pasajeros a Indias, pero su partida debió de suceder en el año 1525.
Antes del 3 de septiembre de 1525, Cortés envía a la provincia de los Zapotecas “tres capitanías de gente que entren en ella por tres partes” (Hernán Cortés. Cartas de la Conquista de México. Carta Quinta)[1], y antes de 1527 ya había muerto (Bernal Díaz del Castillo).

Tenemos diversas referencias de su origen, de su trayectoria y de su destino por una información que se llevó a cabo en Castroverde de Campos a instancias de un sobrino suyo, Alvaro de Ordás, en 1533, con el objeto de presentarla a en la corte para obtener algún beneficio eclesiástico en las Indias (A.I. Patronato 150,N.5, R.1).
Este Alvaro de Ordás era hijo de un Diego de Ordás, un hidalgo vecino de Castroverde, emparentado con el conquistador del mismo nombre, y de Inés de Barrio, natural de Villafáfila, hija de Luis de Barrio, el viejo, por tanto hermana del capitán. El destino de Ávaro también fue morir joven en un viaje de Perú a Nicaragua, en 1543, cuando su madre reclama la herencia que hubiera dejado en el Nuevo Mundo A.G.I. Lima 566-5 fº 90r.

Nuestro paisano debió de nacer en la década de los 90 del siglo XV y sirvió al rey en la guerra de las comunidades “fue capitán en estos reinos en tiempo de las comunidades”, Juan Zapata de 60 años, “sabe e vio que el dicho Luis de Barrio en tiempo de las comunidades hera llamado capitán de çiertos soldados e asy lo vio este testigo venyendo a esta villa [Castroverde]”. Después del conflicto civil de Castilla fue enviado a Flandes como capitán bajo la coronelía de Pizarro, posteriormente sirvió en Perpiñán como maestro de campo, y en el sitio de Fuenterrabía con el oficio de Barrachel Mayor de Campo, hasta que esta ciudad se tomó por las tropas españolas en 1525. También había servido en Italia como recuerda Bernardo de Alija: “conoçió al dicho Luys de Barrio syendo capitán de gente de la Guardas en Ytalia”.

Hernán Cortés

Con esta carrera militar negoció una provisión en la corte para pasar a las Indias “con provisión e liçençia de Su Magestad, que negoçió, se pasó a le servir en las Indias e la Nueva España, donde fue proveido de capitán por Hernando Cortés, gobernador de la dicha tierra” y en ella el rey “le mandava que le diese cargo conforme a la provisión de Su Magestad, e conforme a su persona y a lo mucho que le avia servido en estas partes”, así lo refiere Miguel Rodríguez de 57 años: “vio carta del dicho Luys de Barrio por la que desya como Su Magestad le proveya de poderes para pasar donde estava Hernando Cortés en la Yndias y este tº vyo que en la mesma carta desía que Su Magestad mandava a Hernando Cortés le diese cargo donde su persona toviese que ver, porque acá le avía servido e porque acá no avía a la presente en que le dar cargo”.
En 1526 figura un Luis de Barrio como regidor de la ciudad de México, por lo que es de suponer que la mencionada carta surtiera su efecto[2].

En 30 de noviembre de 1525 figura una obligación “de Luís de Barrio, estante en Tenustitán” de reconocimiento de una deuda contraída, para la compra de un caballo, para su oficio se capitán[3].

Su estancia en la Nueva España fue breve, pues pronto halló la muerte “el dicho Hernando Cortés le inbió por capitán a la conquista de los Çapotecas e Mijes, que heran montañas e gentes ásperas, donde le mataron saliéndole a resistir unos indios, y por no ser de los suyos tan prontamente socorrido
 “el dicho capitán Luis de Barrio no le dieron otros indios ni repartimiento alguno en la dicha Nueva España, ni otra merced ni remuneraçión alguna por sus serviçios que hizo, ni salario ni acostamiento alguno en las dichas partes por lo que servió en estos reinos y en las dichas islas por anteçiparle la muerte”.

Bernal Díaz del Castillo


Su presencia en Méjico se rastrea por otros testimonios, uno tan autorizado como el del cronista medinense, Bernal Díaz del Castillo[4], “[el tesorero Alonso de Estrada, a la sazón gobernador de Nueva España, mientras Cortés estaba en entredicho] envió a conquistar y pacificar los pueblos de los zapotecas e miges, y que fuesen por dos partes para que mejor los pudiesen atraer de paz, que fue por la parte de la banda del norte envió a un Fulano de Barrios, que decían que había sido capitán en Italia y que era muy esforzado, que nuevamente había venido de Castilla a Méjico, no digo por Barrios el de Sevilla, el cuñado que fue de Cortés, y le dio cient soldados, y entre ellos muchos escopeteros y ballesteros; y llegado este capitán con sus soldados a los pueblos de los zapotecas, que se decían los tiltepeques, una noche salen los indios naturales de aquellos pueblos y dan sobre el capitán y sus soldados, y tan de repente dieron en ellos, que matan al capitan Barrios y a otros siete soldados, y a todos los más hirieron, y si de presto no tomaran calzas de Villadiego y se vinieran acoger a unos pueblos de paz, todos murieran allí. Verán cuanto va de los conquistadores viejos a los nuevamente venidos de Castilla, que no saben que cosa es guerra de indios ni sus astucias. En esto paró aquella conquista”.


También en las relaciones de méritos de algunos participantes en la conquista de Méjico, tenemos noticias de nuestro personaje, al que llaman capitán Barrios. Así en la de Francisco de Torres PATRONATO 61, N2, R1. “el capitán Barrios había ido primero a conquistar la dicha tierra y le mataron los yndios de guerra
es verdad que al dicho capitan Barrios los yndios naturales de la dicha provincia lo mataron e que la dicha tierra de los çapotecas es muy aspera e fragosa e de tal manera que no se puede andar a caballo “en el pueblo de Teutalcingo donde mataron al dicho capitán Barrios



La muerte del capitán Luis de Barrio debió de acontecer a finales de 1526 o principios de 1527 y como murió pobre, su sepultura, entierro y misas fueron pagados por el administrador de Diego de Ordás en México, aunque se quedó con sus vestidos como únicos bienes que dejó en aquella tierra a la que fue en busca de honra y riqueza.




Enterados de su muerte partieron algunos familiares hacia Nueva España. Así en 21 de marzo  de 1528 se embarcan en Sevilla su hermano
 DIEGO DE BARRIO,
Natural de Villafáfila, hijo de Luis de Barrio y de Leonor de Ormaza. 21-03-1528 PASAJEROS,L.1,E.3638. Es hermano del capitán Luis de Barrio, y su destino fue el mismo.
Ese mismo día embarca su sobrino Álvaro de Ordás, el que 5 años después hace la información de sus méritos.
Acompañan otros jóvenes vecinos de Castroverde, Villanueva, Villagrá y Villalón.
El pasaje de ambos fue pagado a cuenta de Diego de Ordás, el conquistador, pues antes de embarcarse los jóvenes, su hermano Álvaro de Ordás, clérigo, hace obligación por el coste del pasaje y de otros equipajes para Diego.



Y su administrador en México se hace cargo de la deuda cuando llegan:


ALVARO BORREGAN
Era hermano de Luís y Diego de Barrio y murió en América siendo joven. No tenemos noticias de su embarque, aunque posiblemente lo hiciera junto a su hermano. “y ansi mismo en la dicha Nueva España murieron otros dos hermanos suyos, tíos del dicho Alvaro de Ordás, quel uno se llamava Alvaro Borregán y el otro Diego de Barrio, mançebos de poca edad”.
Posiblemente estuvieran emparentados con el Alonso Borregán, que participó en la conquista del Perú, pues otro hermano de éstos que quedó en Castilla, cambió su apellido de Alonso de Barrio a Alonso Borregán.

En 24-07-1539  embarcaron con destino a Nueva España en la nao de Martín Pérez MARTIN DE BARRIO y PEDRO DE BARRIO, hijos de Martín de Barrio y de María de Ordás, vecinos de Villafafila, Su parentesco con el comendador Diego de Ordás, cuya hacienda en México heredó un sobrino del mismo nombre, y el infausto destino de sus tíos, tendría influencia en la decisión de pasar a América.
Pedro de Barrio es del único pasajero a América del que tenemos referencias de su regreso a su villa natal, enriquecido al cabo de los años. En el pueblo se le conoce con el nombre de El Perulero, “por haber venido de Indias y traer mucha cantidad de hacienda en barras de plata, monedas y mucha riqueza”.
Sabemos que a su muerte, ocurrida en 1562, estaba casado con una vecina de Villalpando pero no había logrado descendencia. En su testamento, otorgado ante el escribano de Villafáfila, Juan Pérez Vaca, deja unos 1000 ducados, que podrían valer la quinta parte de sus bienes, para que se funde una capellanía de misas en la parroquia de San Martín de Villafáfila. Sus hermanos, Luis de Barrio, cura de la parroquia de Santa María de Villafáfila, y Alvaro de Barrio, canónigo del convento de San Marcos de León, mandaron construir una capilla aneja a la iglesia de San Martín, donde dotaron tres capellanías para ser servidas por clérigos parientes del fundador.






[1] (Madrid 1985. Colección Biblioteca de la Historia SARPE.)
[2] Los tres siglos de Méjico durante el gobierno español. Andrés Cavo y Carlos Mª de Bustamante. 1870: pag 46.
[3] Índice y extractos de protocolos del Archivo de Notarías de México, D.F. pág. 86. Agustín Miralles. México 1945.
[4]Bernal Díaz del Castillo: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Capítulo CXCIV. Tomo II pág 384 Edi. Sarpe Madrid 1985.

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