Don Vicente Vidal y su hijo hacia 1911
Tenía que haber sido alguien realmente apreciado en el pueblo, pues por el mismo habían pasado muchos docentes y no se les había dedicado una calle. Hoy quiero rendir un homenaje a todos los maestros de Villafáfila, unos mejores que otros, que nos inculcaron enseñanzas y valores que nos sirvieron para salir adelante en la vida, hago un perfil biográfico de este maestro que dejó su impronta en todos los niños de Villafáfila nacidos entre 1895 y 1920
Don Vicente Vidal Bueno fue maestro de niños de Villafáfila desde 1906 a 1928
Era natural de Villarrín, donde había nacido en 1865, estaba casado con Rosa de Diego Calvo, también del mismo pueblo.
Poco conocemos de su formación como maestro.
En 1888 se presenta a los exámenes para proveer plazas de maestro en diversas localidades de Zamora, y ese mismo año es propuesto para la escuela de San Cebrián en Palencia
En 1994 ya era maestro propietario de Meneses de Campos, en Palencia. y tenía 4 años de servicio, por lo que sacaría las oposiciones hacia 1890
En 1906 se traslado por concurso a Villafáfila que le quedaba más cerca de su pueblo natal, con un sueldo anual de 825 pesetas. Ya tenían a su hija mayor, Francisca. En Villafáfila nacieron Teresa en 1906 y Vicente Gerardo en 1909
Desde 1903 hasta 1933 publica asiduamente artículos de temas profesionales y pedagógicos en la revista El Magisterio Español.
En 1908 recibe un diploma de reconocimiento de su labor docente por parte de la Junta provincial de instrucción pública de Zamora.
(En ese mismo acto recibió un premio de reconocimiento a su labor como madre de familia que había estimulado la educación de sus hijos Catalina Botas Beltran, de Villafáfila, una joven viuda cuyo marido había muerto a los 29 años dejándole una hija de dos años y embarazada de un niño que nacería póstumo. La niña murió con 11 años en 1907 y su hijo Ángel Caldero Botas fue a uno de los que mataron en el 36. Aún la recuerdo ya muy anciana malviviendo en la calle Costanilla, al lado de don Daniel, que le compró la casa y se la dejó en usufructo hasta su fallecimiento)
Se jubiló en junio de 1928 con unos haberes anuales de 4000 pesetas, que le permitían mantener un retiro digno
El ayuntamiento en reconocimiento de su labor educativa y dedicación de tantos años le pusieron su nombre a una calle, la que va de la calle del Regato a la de Santa Marta.
También sus alumnos guardan un grato recuerdo de su educación, como este testimonio de 1933
La familia se traslada a vivir a Zamora a la calle de la Amargura y don Vicente sigue publicando de vez en cuando artículos sobre temas educativos y sociales en el Heraldo de Zamora.
Su jubilación discurría apacible, con el reconocimiento social por su anterior actividad educativa y sus artículos periodísticos.
Su hija Francisca también publicaba sus propios artículos, plagados de fervor religioso ya desde el año 1927 cuando vivía en Villafáfila
Su hijo Vicente Gerardo nacido en Villafáfila en 1909 no tuvo la inclinación educativa paterna, y no siguió estudios superiores. En 1931 estuvo unos meses en Valladolid "practicando el aprendizaje del comercio en un establecimiento, pues proyectaba instalar un bazar en Zamora", seguramente la intención familiar sería buscarle un modo de vida.
El joven debía de llevar una vida un tanto alegre y acabó muerto en Peñafiel por el marido de una bordadora con la que mantenías una relación.
El homicida fue condenado a 8 años y a una indemnización de 10000 pesetas a la familia
La tragedia tuvo que pesar como una losa sobre toda la familia que se volcaría en fervor religioso y patriótico, así encontramos testimonio de diversas donaciones para el ejército y para el auxilio social durante la Guerra Civil:
En la suscripción patriótica para la adquisición de un avión para el ejército nacional que llevara el nombre de ZAMORA en agosto del 36 donó 15 pesetas.
En Septiembre para la Suscripción Nacional para el Tesoro Público donó una botonadura completa de 5 piezas
Para el patronato de los niños de la guerra recogidos por el glorioso ejército en Zamora diez pesetas.
Y otras cinco en febrero del 37 para la ciudad de Málaga. Y así durante el resto de la contienda para el aguinaldo del combatiente, para los niños huérfanos, para el comité femenino, para asistencia en el frente y hospitales y para el Auxilio Social
Siguió publicando en el Heraldo de Zamora, entre otros un panegírico de uno de sus antiguos alumnos, seminarista, muerto en el frente
Don Vicente falleció el ocho de enero de 1940
Desde pequeño me llamó la atención una calle dedicada a Vicente Vidal, y traté de averiguar de quien se trataba. Me dijeron que era un maestro que había habido hacía mucho tiempo.
Foto villafafila.net
Tenía que haber sido alguien realmente apreciado en el pueblo, pues por el mismo habían pasado muchos docentes y no se les había dedicado una calle. Hoy quiero rendir un homenaje a todos los maestros de Villafáfila, unos mejores que otros, que nos inculcaron enseñanzas y valores que nos sirvieron para salir adelante en la vida, hago un perfil biográfico de este maestro que dejó su impronta en todos los niños de Villafáfila nacidos entre 1895 y 1920
Don Vicente Vidal Bueno fue maestro de niños de Villafáfila desde 1906 a 1928
Era natural de Villarrín, donde había nacido en 1865, estaba casado con Rosa de Diego Calvo, también del mismo pueblo.
Poco conocemos de su formación como maestro.
En 1888 se presenta a los exámenes para proveer plazas de maestro en diversas localidades de Zamora, y ese mismo año es propuesto para la escuela de San Cebrián en Palencia
En 1994 ya era maestro propietario de Meneses de Campos, en Palencia. y tenía 4 años de servicio, por lo que sacaría las oposiciones hacia 1890
En 1906 se traslado por concurso a Villafáfila que le quedaba más cerca de su pueblo natal, con un sueldo anual de 825 pesetas. Ya tenían a su hija mayor, Francisca. En Villafáfila nacieron Teresa en 1906 y Vicente Gerardo en 1909
Desde 1903 hasta 1933 publica asiduamente artículos de temas profesionales y pedagógicos en la revista El Magisterio Español.
En 1908 recibe un diploma de reconocimiento de su labor docente por parte de la Junta provincial de instrucción pública de Zamora.
(En ese mismo acto recibió un premio de reconocimiento a su labor como madre de familia que había estimulado la educación de sus hijos Catalina Botas Beltran, de Villafáfila, una joven viuda cuyo marido había muerto a los 29 años dejándole una hija de dos años y embarazada de un niño que nacería póstumo. La niña murió con 11 años en 1907 y su hijo Ángel Caldero Botas fue a uno de los que mataron en el 36. Aún la recuerdo ya muy anciana malviviendo en la calle Costanilla, al lado de don Daniel, que le compró la casa y se la dejó en usufructo hasta su fallecimiento)
Foto de don Vicente Vidal y los niños de su escuela. La foto está hecha hacia 1913. En primer plano delante del maestro su hijo Vicente Gerardo
La labor pedagógica en esos años no era difícil, era heroica, pues las matriculas superaban la centena de niños de diversas edades.En Villafáfila se encuentra que no había local para escuela de niños, habilitándose paneras u otros edificios para el propósito.
Sirvan estos dos artículos del Heraldo de Zamora de 1901 para conocer la deplorable situación:
"Figúrese el lector una indecorosa habitación de forma cuadrangular, desprovista enteramente de todo decorado anterior en donde las paredes sin blanquear ññenas de multitud de garndes desperfectos, ofrecen a la viista aterrador y sombrío aspecto; dos ventanas laterales por donde penetra escasísisma luz, son en cambio permanente boquetes que dan libre acceso al viento y a la lluvia sin obstáculo alguno ... y una inmensa puerta constantemente abierta, y en comunicación directa con las atmósfera"
Ya en 1905 el ayuntamiento había solicitado a la Diputación que el arquitecto provincial se traslade al pueblo para realizar un proyecto de escuela.
Hasta 1921 no se consigue la construcción de una escuela de niños en la plaza de San Pedro, donde don Vicente puede acoger a los más de cien niños que asistían a sus clases.
Foto de los niños con don Vicente Vidal hacia 1925, pues ya está realizada en la Plaza de San Pedro, con bancos y pupitres nuevos
Se jubiló en junio de 1928 con unos haberes anuales de 4000 pesetas, que le permitían mantener un retiro digno
El ayuntamiento en reconocimiento de su labor educativa y dedicación de tantos años le pusieron su nombre a una calle, la que va de la calle del Regato a la de Santa Marta.
También sus alumnos guardan un grato recuerdo de su educación, como este testimonio de 1933
La familia se traslada a vivir a Zamora a la calle de la Amargura y don Vicente sigue publicando de vez en cuando artículos sobre temas educativos y sociales en el Heraldo de Zamora.
Su jubilación discurría apacible, con el reconocimiento social por su anterior actividad educativa y sus artículos periodísticos.
Su hija Francisca también publicaba sus propios artículos, plagados de fervor religioso ya desde el año 1927 cuando vivía en Villafáfila
Su hijo Vicente Gerardo nacido en Villafáfila en 1909 no tuvo la inclinación educativa paterna, y no siguió estudios superiores. En 1931 estuvo unos meses en Valladolid "practicando el aprendizaje del comercio en un establecimiento, pues proyectaba instalar un bazar en Zamora", seguramente la intención familiar sería buscarle un modo de vida.
El joven debía de llevar una vida un tanto alegre y acabó muerto en Peñafiel por el marido de una bordadora con la que mantenías una relación.
El homicida fue condenado a 8 años y a una indemnización de 10000 pesetas a la familia
La tragedia tuvo que pesar como una losa sobre toda la familia que se volcaría en fervor religioso y patriótico, así encontramos testimonio de diversas donaciones para el ejército y para el auxilio social durante la Guerra Civil:
En la suscripción patriótica para la adquisición de un avión para el ejército nacional que llevara el nombre de ZAMORA en agosto del 36 donó 15 pesetas.
En Septiembre para la Suscripción Nacional para el Tesoro Público donó una botonadura completa de 5 piezas
Para el patronato de los niños de la guerra recogidos por el glorioso ejército en Zamora diez pesetas.
Y otras cinco en febrero del 37 para la ciudad de Málaga. Y así durante el resto de la contienda para el aguinaldo del combatiente, para los niños huérfanos, para el comité femenino, para asistencia en el frente y hospitales y para el Auxilio Social
Siguió publicando en el Heraldo de Zamora, entre otros un panegírico de uno de sus antiguos alumnos, seminarista, muerto en el frente
Don Vicente falleció el ocho de enero de 1940
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