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El juego de pelota en Villafáfila, reseña histórica

 

 


El juego de pelota ha sido tradicional en la comarca, fruto de ello es la construcción de varios trinquetes o el uso de paredes de edificios grandes para jugar.


Frontón de Revellinos


Las primeras noticias que he encontrado sobre el juego de pelota se refieren a San Agustín, en las visitas pastorales del obispo de Astorga en 1707 manda que:

 so pena de excomunión mayor ninguna persona juegue a la pelota en el portal de la iglesia ni a otros juegos profanos y manda a dicho cura que a los que hallase jugando les multe a cada uno en una libra de cera”.

En 1715 reitera la excomunión para los que jueguen a la pelota en el portal.

Iglesia de San Agustín del Pozo


En el libro de fábrica de la parroquia de San Juan de Villafáfila en la visita pastoral del obispo de Astorga de 1747 se anota:

que los eclesiásticos no beban en público con motivo de los juegos de pelota y otros divertimentos que suelen tener en las calles de la villa, ni semejantes juegos de pelota consienta junto a la iglesia, y si alguno se pusiese a jugar, aunque fuera al trinquete, les saque de multa a lo menos un quarterón de cera”.

Parece que las iglesias, con sus altas paredes eran un sitio propicio para jugar a la pelota, a pesar de las prohibiciones, pero también tenemos testimonio de que se practicaba en otros lugares.

En 1779 el fabricante de salitre, Antonio Rodríguez Silvano, utilizaba solares abandonados de la villa que le servían como tendederos para depositar la tierra salitrosa, aunque a veces eran utilizados por los mozos para otros menesteres lúdicos, enraizados en la tradición popular, según informa un Visitador de la Real Hacienda:

muchos tendederos que ha adquirido y tinglados para cubrir la tierra en donde he visto la primavera pasada jugar a la pelota de pala como trinquete” (A.G.S. D.G.R.  2041).

Es el único testimonio que he encontrado de la modalidad de pelota a pala.

En 1817, se quejaba el administrador del Duque del Infantado, señor de la villa, que la casa-palacio de Su Excelencia, había sido maltratada por los vecinos de Villafáfila utilizando: “dicho palacio de juego de pelota, que no pude contenerlos sin embargo de los oficios que les pasé, saltando corrales y demoliendo los tejados para subir por las pelotas y coger nidos de toda clase de pájaros, y me obligó a tapiar puertas y ventanas con otros gastos...”.

Pero uno de los lugares más idóneos era la iglesia de San Juan, que después de dejar de ser parroquia, en 1795:

“había mandado el Sr Obispo de Astorga derribar una yglesia [ la de San Juan], cuya torre y paredes son de piedra buena, y me han asegurado que venderían muy barato...”,

por lo que propone su compra para el ensanche de las fábricas. La respuesta del obispo a la propuesta de compra es que tiene que pensarlo mejor porque ha sido lugar sagrado y cementerio de difuntos, antes de decidir el destino que se le ha de dar.

Fue quedando abandonada y servía como juego de pelota, así se deduce de los testimonios del proceso por agresión al alcalde Alonso Concejo, en 1820, cuando uno de los acusados, Francisco Zamorano, de 21 años, declara que:

 de resultas del juego de pelota en aquella tarde, acompañado de su cuñado Manuel Alonso Rodríguez y de su hermano legítimo Esteban, se entraron a cenar en casa de éste, y los tres juntos salieron a dar una buelta por el pueblo”,

cuando se encontraron con la ronda y les ofrecieron una vasija de vino, retirándose para sus casas a las once.

Mención al juego de pelota en 1820

Por el testimonio del testigo, Anselmo Martínez, 38 años, jornalero trabajador del campo, sabemos que el juego de pelota transcurría en San Juan.

 

Con la desamortización de los bienes de la iglesia, el solar y los restos de la antigua parroquia fueron adquiridos por Gabriel Trabadillo, cuyos herederos dejaron el solar abandonado, y las paredes se caerían o sus piedras serían reutilizadas.

 

Como no había paredones para jugar a la pelota parece que los jóvenes edificaron uno en la plaza, no sé el sitio exacto, pero no estaría muy lejos del actual, que provocó las protestas de ciertos vecinos. Así en la sesión municipal de 4 de septiembre 1873 se ve una:

 instancia de varios vecinos en solicitud de que se derribe la pared que existe en medio de la plaza pública de dicha villa con destino a Juego de Pelota fundándose en varias razones de conveniencia al vecindario y ornato de la población. Se acuerda el derribo del citado paredón y la conducción de sus escombros por carros por los labradores en calidad de facendera hasta su completa extinción, quedando completamente expedita la plaza hasta dejar libre la circulación en ella y su mejor hermoseo”.

Acta municipal de 1873

Como los jóvenes querían seguir con su diversión, el ayuntamiento les señaló el solar de la plaza de San Juan para que edificaran un juego de pelota allí. Pero herederos de don Gabriel Trabadillo, sus yernos en nombre de sus mujeres, recurren al gobernador de la provincia, alegando sus derechos al solar. El gobernador emite en 1887 una orden dirigida al ayuntamiento:

Real orden transcrita por el gobernador de la provincia con fecha de 19 de julio sobre el paredón que los jóvenes de esta villa han edificado en la plazuela de San Juan, previa concesión que le fue concedida por este municipio para juego de pelota, y sobre cuyo terreno reclaman el dominio y propiedad don Marcelino Trabadillo y don Alonso Santiago como herederos que dicen ser de don Gabriel Trabadillo, ordenándose por dichas resoluciones que se deje el dicho sitio en el mismo ser y estado que se hallaba antes de la edificación dejando a salvo el derecho para que se deduzcan ante los tribunales de justicia. La corporación en su vista reconociendo gravosa y perjudicial esta resolución para los intereses y propiedades de este municipio y por considerar que el sitio titulado Plazuela de San Juan, donde está hecha la edificación para juego de pelota, es propio de la villa como las demás plazas y calles de esta población y no de los reclamantes, acordaron por unanimidad de los concurrentes se entable demanda contenciosa administrativa ante el Consejo de Estado y para que tenga efecto autorizan al señor regidor procurador síndico general, don León Costilla, a fin de que practique cuantas diligencias sean necesarias (A.H.P.Z. Municipal de Villafáfila. Caja13).

Don Gabriel Trabadillo


Como los litigios se podían alargar con las costas correspondientes, los Trabadillos donaron la plaza al ayuntamiento para su uso público.

 

Se siguió jugando a la pelota en esa plazuela en la pared edificada a propósito, y la plaza recibe el nombre de El Plen, en alusión al Trinquete levantado en ella. En 1892, el alcalde denuncia que varios jóvenes, que a modo de gamberrada, habían movido una piedra del juego de pelota del pueblo, y lo llama Plen o Trinquete (A.H.P.Z. Municipal de Villafáfila. Caja 5).

 

La plaza antes de construirse el trinquete

El trinquete de San Juan se caería o estarían en muy mal estado cuando los mozos solicitan al Ayuntamiento permiso y materiales para hacer un frontón, según consta en la sesión del 7 de mayo de 1932

Vista la instancia de la juventud de esta villa solicitando adobes y lugar de emplazamiento para un juego de pelota a mano, se acuerda que quede sobre la mesa y entretanto la comisión de urbana inspeccione marcando en su informe el punto más adecuado sin perjuicio del ornato y vecindario para acordar en consecuencia”.

 

Pero pasaron así tres años, siendo alcalde Florencio Rodríguez, Patuña, cuando se aprueba su construcción el 23 de febrero de 1935:

            Igualmente se acordó construir un frontón para juego de pelota en la plaza de la República a base de tapia de tierra y cemento de las siguientes dimensiones: ancho diez metros, alto ocho metros, y ancho ochenta centímetros, el primer cincho, los restantes con su correspondiente desmarque y que se anuncie al público para que los albañiles que tengan interés en la construcción del mismo puedan presentar proposiciones en la secretaría del ayuntamiento a base de que los arrastres de materiales y el importe de los mismos sea a cuenta del ayuntamiento y que la cantidad en que se convenga ha de ser el que más económicamente lo haga, y no cobrará el importe de la misma hasta que no se haya cobrado el reparto de utilidades del año en curso, y se pagará del capítulo de imprevistos”.

 

Trinquete

        El 10 de marzo consta que:

Solo ha habido una propuesta para la construcción del frontón en la plaza de la República que es el vecino de esta villa D. Tomás Martínez de Uña, el cual se compromete a construirlo en lo que afecta a la mano de obra en el precio de 425 pts., que se pagarán cuando se cobre el reparto de utilidades de este año, respondiendo el dicho albañil de la garantía y seguridad de la obra por un plazo de cinco años salvo fuerza mayor.


Tomás Martínez de Uña pertenecía a una estirpe de albañiles de varias generaciones motejado como Los Anselmos, por el abuelo de su padre  que se llamaba Anselmo Martínez, abuelo también Ciriaco Martínez, el abuelo de Quintín, otra rama de albañiles de cuatro generaciones.

Tomás Martínez de Uña y su hermana  Justina

De los hermanos Martínez de Uña, Tomás, Felipe y Manolo se dedicaron a la construcción, y Ángel "Ciuti" y Juanito llevaban la labranza familiar. Tomás construyó varias obras para el ayuntamiento además del trinquete: el depósito o pilón en el Pozo de la villa, varias pilar de lavar en Las Pilas en 1933, y relizó los planos para adecuar la planta baja del ayuntamiento en sala de telégrafos en 1936. La tragedia que supuso para la familia el asesinato de Felipe en agosto y la ejecución de Manolo en diciembre de ese año los dejó marcados. Tomás, casado con Hermila de Santa Cirila, emigró a Barcelona y allá acabo sus días.

Poco tardaron en surgir problemas con los vecinos más próximos, y el

24 de marzo se presenta una

Instancia del vecino Pedro Miranda y cinco más protestando de la construcción del frontón por entender que con dicha obra se perjudicarán en su día las casas inmediatas a dicho frontón. Se dieron por enterados y acordaron desestimar las quejas por entender que dicha obra no perjudica a ningún vecino. El concejal Hilario Ferreras dijo que eliminaba su responsabilidad por si pudiera haberla”.

 

No obstante, para prevenir los conflictos el 28 de abril:

el alcalde en su viaje a Zamora trajo 15 metros de tela metálica para las ventanas de las casas próximas al frontón para así evitar rotura de cristales habiendo importado quince pesetas”.

Y ese mismo día se aprueba el reglamento de uso, por lo que supongo que ya estaría la obra a punto de inaugurarse, ignorando la fecha exacta:

            Que el alcalde ponga un edicto al público estableciendo las condiciones para jugar a la pelota en el frontón y poder evitar altercados que puedan derivarse al querer jugar varios partidos a la vez”.

         Intuyo que la inauguración sería el día de San Isidro con motivo de la segunda fiesta de la villa y se jugaría un torneo.

4 de agosto se anota una:

Factura presentada por don Pedro de Castro Álvarez del cemento para el frontón que fueron 122 sacos que a valor de seis pesetas uno, importan 732 pts., se acuerda pagarlas del presupuesto 625 del capítulo 11, art. 1º, partida 2ª,  y 107 del capítulo 18”.

 

Y el 15 de septiembre se aprueba:

Que se pague al marmolista de Zamora, don (en blanco) la cantidad de 18 pts. importe de la placa del frontón de esta villa”.

 

Placa que aún permanece en lo alto.

 

 

Foto de los años 40
 El estado actual del frontón o trinquete es preocupante, pues está agrietado en su lado norte con riesgo de abatimiento. Si queremos que llegue a cumplir el centenario sería necesaria alguna iniciativa de restauración. Incluirlo en la Lista Roja del patrimonio de Hispania Nostra podría ayudar.

Juego de la chueca

Como colofón quería dejar constancia de un juego tradicional, hay desaparecido, el Juego de la chueca, que se practicaba en la villa, con una especie de bola y usando las cayadas o cachas como palos, similar al hockey sobre hierba actual, y que se sigue practicando en algunos lugares de la península y Canarias, y posible antecedente del juego del palín, en Chile.


JUEGO DE LA CHUECA O PALÍN, EN CHILE


Chueca es una palabra que en mi profesión he oído, refiriéndose a una adenopatía o ganglio, por lo que deduzco que sería una formación ovoidea aplanada con la que se jugaría a este juego, y no se jugaría con una taba. En Canarias recibe el nombre de juego de la pina, posiblemente porque se trataba de empinar o levantar del suelo la chueca.

 

JUEGO DE LA PINA, CANARIAS

El testimonio procede de una denuncia por lesiones producidas en el transcurso del juego.

El tres de febrero de 1573  Antonio de Caramazana, criado de la de Pedro Rodríguez, se querella criminalmente, ante el alcalde Álvaro de Santa Cruz, contra Pedro Canto, porque el día anterior en las eras de la Rabiosa le había dado con un cayado en la cabeza y le había hecho sangrar.

Presentan varios testigos:

Francisco Escudero de Santa María de 33 años relata que “ayer día de Nuestra Señora de la Candelaria, los mozos y los casados de la parroquia de San Andrés desta villa pinaban unos contra otros  y Pedro Canto era uno de los que pinaban, y Antonio de Caramazana otro, y Pedro Canto,  por dar a la chueca, y Antonio por estorbarla, le dio con el cayado en la cabeza y le hizo una escalabradura

        Alonso Pérez, hijo de Tristán, carretero, de 23 años confirma “ … andando embueltos en el juego … le dio

Poco más sabemos del desarrollo de este juego, pero quería dejar constancia de su práctica, esperando encontrar alguna referencia más adelante.

 

Comentarios

  1. JM de Uña Martín23 de marzo de 2025, 11:13

    Fantástico trabajo. Muy agradecido por tanta información sobre mi pueblo.

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  2. Gracias a ti por leerlo, y mantener el interés por Villafáfila. Me imagino,por los apellidos, que eres hijo de Sindo. Un saludo

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  3. Gracias por esta publicación muy interesante.Mi tío Balbino y mi padre Cirilo jugaban mucho a la pelota.

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