En las disposiciones testamentarias del siglo XVI la salvación del alma del difunto era el principal propósito y así encontramos abundantes ejemplos de fundaciones de aniversarios, capellanías y pías memorias de diferentes obras de misericordia.
Las más frecuentes son dotaciones para casar huérfanas, vestir pobres, acoger peregrinos o enfermos. Mas raras son las dotaciones para becar estudiantes de la que tenemos un ejemplo en Villafáfila, de uno de nuestros antepasados, Babilés Martínez, del que a través de diferentes ramas descendemos la mayoría de los habitantes de Villafáfila y comarca.
En su testamento funda una beca para un estudiante universitario de Artes, Teología, Cánones, Leyes o Medicina en las universidades de Salamanca, Valladolid, Alcalá u otra española o extranjera que fuera católica; y otras dos becas para estudiantes de enseñanzas medias de gramática o latín.
Las más frecuentes son dotaciones para casar huérfanas, vestir pobres, acoger peregrinos o enfermos. Mas raras son las dotaciones para becar estudiantes de la que tenemos un ejemplo en Villafáfila, de uno de nuestros antepasados, Babilés Martínez, del que a través de diferentes ramas descendemos la mayoría de los habitantes de Villafáfila y comarca.
En su testamento funda una beca para un estudiante universitario de Artes, Teología, Cánones, Leyes o Medicina en las universidades de Salamanca, Valladolid, Alcalá u otra española o extranjera que fuera católica; y otras dos becas para estudiantes de enseñanzas medias de gramática o latín.
Babilés Martínez debió de nacer hacia 1515 por testimonios posteriores en diferentes procesos en los que participa como testigo. Era hijo de Pedro Martínez, un labrador y ganadero con buena hacienda.
Se casó con
María de Caramazana, también hija de labradores ricos con antepasados dedicados
a la producción de sal.
Babilés fue persona “muy emparentado” con los
vecinos de la villa en el siglo XVI según lo reconocen otros vecinos, así su red de influencias por
su cuñados, primos, consuegros y sobrinos le hacía
ser uno de los personas de más manejo en la vida pública y en la política local
y así lo refieren sus coetáneos
Igual que su padre y sus familiares participaba en
la política local: fue alcalde en 1557, 1565, 1573, y regidor en el 71 y 76 por lo menos.
Pero además, como decía, el manejo de los asuntos de
la villa lo ejercía también bajo cuerda.
Cuando llegó a la villa un nuevo corregidor,
Cristóbal de Aguilar Soto, que trató de acabar con la endogamia en las
elecciones municipales, donde se elegían de unos años a otros parientes a
parientes y amigos a amigos, se produjo un gran enfrentamiento que trajo como
consecuencia la supresión de las elecciones
en el año 1577 por parte del corregidor como representante del señor de
la villa, el marqués de Tábara, llegando a quitarle la vara de justicia a los
alcaldes y encarcelar a uno de ellos. El
marqués, desde Tábara, envió a un juez especial, que confirmó la decisión del
corregidor:
Villafáfila 25 de junio de 1577, visto este proceso
por el dicho señor Pedro Negral, gobernador de todo el estado y señorío del
marqués de Tábara my señor, a quien el dicho negocio de suso está rremitido por
su señoría ilustrísima, dijo que confirmaba e confirmó en nombre de su señoría
el auto dado e pronunciado por el señor Xbal de Soto, corregidor desta villa en
que se anula y da por ninguna la dicha elección e nombramiento fecho por
Antonio Marbán, y Bartolomé Gallego, alcaldes, y Babilés Martínez, y Luis de
Barrio Marbán y los demás regidores e procurador desta villa, declara los
oficios por bacos, y nombra conforme a que los dichos regidores no eligieron
conforme a la ley capitular”
Por parte del señor se procedió a nombrar otros dos
acaldes, cuatro regidores y un procurador, entre los vecinos favorables al marqués.
La elección de los alcaldes y regidores por parte
del marqués ya había sido la causa de un gran pleito entre la villa y su señor
treinta y cinco años antes, cuya sentencia fue favorable a la villa, y ahora provocó grandes enfrentamientos entre los dos
bandos de vecinos, la mayoría en torno a Babilés Martínez, y otra parte en
torno al corregidor, y el recurso judicial ante la justicia real, en principio
ante el Alcalde Mayor del Adelantamiento del Reino de León.
Dibujos entre las hojas de las cuentas de la fundación
Como los recursos municipales quedaron en manos de
los favorables al corregidor, los del bando contrario buscaron la fórmula de poderse
financiar el pleito mediante una colecta entre los vecinos, disfrazada como la
devolución de un préstamo:
“En el desorden que hubo en elegir los oficiales el año de 77 se hizo
otra elección por el gobernador de su señoría y los dichos Luis de Barrio y
Babilés Martínez se juntaron en San Salvador y allí hicieron una escritura en
favor de Lope García, cura de la iglesia,[era hijo de una hermana de Babilés] y entraron en ella
muy gran cantidad de veçinos de la villa y la escritura dice que Lope García
presta doscientos ducados a aquellos particulares para segar sus panes, siendo
personas de las que entraban en la escritura de mucha cantidad de hacienda, y
después de hecha la escritura andaban Luis de Barrio, Babilés Martínez y Lope García
por la villa de casa en casa, sacando trigo y dineros para el pleyto diciendo
que se llebaba el marqués las helecciones y si no lo defendían les tomaría la
Loma y aún sus haziendas”.
La sentencia del pleito fue favorable al bando enfrentado al marqués y el uno de enero
del 78 se eligieron nuevos oficiales.
Así y todo el manejo de Babilés siguió ejerciéndolo bajo cuerda,
manteniendo reuniones secretas, al margen de los acuerdos tomados en el
ayuntamiento, para mantener al corregidor fuera de las decisiones
políticas municipales:
"En el año de 78 se juntaron en el regimiento y llamaron al corregidor
para tratar sobre las alcabalas y el encabezamiento dellas, y se ofreció de
tomar el trabajo de ir a la corte para que se hiciese más a provecho para la
villa y se trató con el regimiento y con otras personas honradas que para esto
llamaron, y se trató que fuesen Blas de Castro y Babilés Martínez a dar cuenta
a Juan de Granada, administrador de las alcabalas en Zamora, a decir que se
querían encabezar y a pedir una carta para que ynterim que se iba a Madrid, no apretase con tanto rigor a los vecinos
desta villa, y después so color de negociar lo susodicho, encabezaron el lugar
por 600.000 mrs en cada un año por quatro años, cosa que es ymposible para la
villa poder pagar, y no solamente encabezaron sino que arrendaron ellos mesmos
las alcabalas si la villa no salía por ello y este tº les dixo porque habeis
ezedido la horden que el regimiento les había dado y respondió el Blas de
Castro que horden habían llevado del lugar, dando a entender que, aunque en
regimiento no se había mandado, en otro cabo se habría acordado y este tº tiene
para sí que en casa de Babilés Martínez era la junta, porque es el que mas trae
a la villa por su mano y el mas aparentado”.
Resumiendo, que se había tratado en el ayuntamiento, en presencia del
corregidor, que tenía voz pero no voto, el asunto del encabezamiento de las
alcabalas, es decir una especie de IVA del 10% de todo lo que se compraba y
vendía, y que los pueblos solían pagar a tanto alzado cada año y luego se
repartía la carga entre los vecinos según sus tratos, y se acordó que fueran dos de los vecinos
principales del pueblo Blas de Castro y Babilés a solicitar en Zamora un
aplazamiento del mismo al administrador provincial, en tanto que el corregidor
iría a la corte a Madrid a pedir una reducción de la cuantía del impuesto. Pero
posteriormente habrían tenido una junta en casa de Babilés Martínez, el
ayuntamiento con otros vecinos y les habrían dado instrucciones para que se
encabezaran ya en Zamora, incluso que las arrendaran ellos mismos.
Parece que se aprovechaba de su posición en el ayuntamiento para su
beneficio. Así lo declaran en 1579
varios testigos favorables del corregidor Cristóbal de Aguilar Soto, su gran enemigo
en sus años finales.
“vio que
siendo regidor Babilés Martínez (1576-77) el invierno pasado, so color de tener
arrendado un término distinto que se llama Fortiñuela (una dehesa situada entre Villafáfila y San Agustín), que es término para sustentar en el invierno
trescientas cabezas de ganado menudo, ha traído dos hatos, uno de carneros de
400 y otro de ovejas y traía este ganado por los términos desta villa y este
testigo lo topó en un término que se llama Las Pedreras, que tiene por seguro
que no estaba acogido ni pagaba nada por el herbaje”
“porque otros años, aunque se trataba que uviese secreto, como ellos
(refiriéndose a Babilés Martínez y
otros) eran ganaderos y sus hermanos y deudos abisaban a los ganaderos del día
que abian de yr a contar y ansi lo metían y pasaban a otros términos”
Según tetimonio que tomó a un
pastor suyo, Babilés tenía dos hatos de carneros y ovejas en Fortiñuela en
cantidad de mil cabezas poco más o menos, muchos más de los que se podían
mantener bien en esos términos. El corregidor procedió contra Luis de la Cántara,
pastor de Babilés:
" por toparle con sus ganados sin estar acogidos en ella, y tiene para sí que otras muchas veces entraría en el termino y por ser regidor no le prendaban, ... los regidores del 76 vendieron a Babilés el agua de la Fuente de Ampudia, y so color de venir a beber el agua comería los términos desta villa sin estar acogido... y el precio por el agua de Ampudia era menos de los que valdría."
" por toparle con sus ganados sin estar acogidos en ella, y tiene para sí que otras muchas veces entraría en el termino y por ser regidor no le prendaban, ... los regidores del 76 vendieron a Babilés el agua de la Fuente de Ampudia, y so color de venir a beber el agua comería los términos desta villa sin estar acogido... y el precio por el agua de Ampudia era menos de los que valdría."
Como además de ganadero eran uno
de los principales labradores también procuraba que las decisiones municipales
le resultaran favorables:
“antes por se aprovechar los
regidores hicieron un acuerdo y mandaron apregonar que los que quisiesen traer
pan cocido que lo vendiesen y, so color de este acuerdo, hubo muchos labradores
ricos, especialmente Babilés Martínez, que siendo un labrador de los más ricos
del pueblo y regidor, vendió grandísima cantidad de pan a masar y pagar y lo
daba a panaderos desta villa por arrobas ... y este testigo [el corregidor] prozedió contra él, pero por ser tan
emparentado no pudo aberiguar la cantidad grande, mas de que se hizo prozeso
ante Fco Fdez, y Luis de Barrio Marbán, regidor e intimo amigo de Babilés
Martínez le dio noticia dello”.
Pero Babilés maniobró a tiempo:
“y hecharon a Luis de Robledo, pariente de Babilés a que denunciase ante Bartolomé Gallego, alcalde grande amigo suyo, el qual hizo cierta ynformación y con ella prendió esta colusión por me lo quitar, luego este testigo hizo cierta información contra esta colusión y lo volvió a prender”.
Es decir que por esta denuncia ante uno de los dos alcaldes de la villa, que era su amigo, conseguían quitar el proceso de la jurisdicción del corregidor, y obtener la absolución. No obstante el corregidor volvió a prenderlo por nueva denuncia y procedió contra él. Lo que es bien significativo del encono a que habían llegado las relaciones entre ambos.
“y hecharon a Luis de Robledo, pariente de Babilés a que denunciase ante Bartolomé Gallego, alcalde grande amigo suyo, el qual hizo cierta ynformación y con ella prendió esta colusión por me lo quitar, luego este testigo hizo cierta información contra esta colusión y lo volvió a prender”.
Es decir que por esta denuncia ante uno de los dos alcaldes de la villa, que era su amigo, conseguían quitar el proceso de la jurisdicción del corregidor, y obtener la absolución. No obstante el corregidor volvió a prenderlo por nueva denuncia y procedió contra él. Lo que es bien significativo del encono a que habían llegado las relaciones entre ambos.
Parece que también favorecía a sus parientes con las decisiones
municipales, así Babilés y los otros miembros el ayuntamiento en el año 1576
dieron a los vecinos de San Agustín ciertas tierras concejiles que habían
quedado vacantes, y en vez de repartirlas justamente: “ se
dio a Alº Suena su parte, que es un hombre, de los más ricos, que en el lugar
ay, por ser pariente”.
Estas actividades le procuraron buen capital que a veces prestaba a
censo, es decir con garantía hipotecaria, y otras a prenda, contra el depósito
de algunos objetos de valor.
Cláusulas del testamento
En 1576 hacen testamento María
de Caramazana y Babilés Martínez por el que dejan herederos a sus hijos, María, casada con Juan Rodríguez, Inés,
casada con Juan Tartalla, Antonio,
casado con Antonia Rodríguez, y a los solteros Gaspar, Pedro y Babilés.
En el mismo dejan fundada una Obra Pía o Memoria para dotar de una beca
a un estudiante en la universidad y en estudios de gramática, y si sobra para
casar a alguna doncella pobre, elegidos entre sus descendientes.
Resumen del testamento de Babilés Martínez y María de
Caramazana, su mujer.
(Aprovecho para agradecer a Lera su buen trato y atención en el archivo)
Después de hacer la habitual profesión de fe y
obediencia a la Iglesia Católica, mandan que sus cuerpos sean sepultados en la iglesia
de San Salvador y San Miguel de
Villafáfila: “adonde me asiento yo, María
de Caramazana”
Mandan 20.000
mrs cada uno para cumplimiento de una
serie de encargos por sus almas y “medio paño blanco pardillo para los pobres”,
entre los que se incluirá a María Brava, que seguramente habría sido una de sus criadas.
Mandan que se les hagan el entierro y las honras el
mismo día y que se pongan como ofrenda dos hachas,
dos docenas de panes, dos azumbres de vino y docena y media de cirios de “a
quarterón”.
María deja mandado que se le digan sendos treintenaros abiertos en los conventos de San Francisco de Benavente
y San Jerónimo de Tábara, y
que se ofrende sobre su sepultura
tres días por semana y los domingos y
fiestas de guardar de pan, vino y cera durante un año y un día para lo que
encarga a su hija mayor, María Martínez, mujer de Juan Rodríguez.
Babilés ordena
diferentes mandas:
-A su criada Francisca Drago dos mantas nuevas y un
cabezal, a mayores de la soldada que se le deba.
-A María Parrado, mujer de Luis de Caramazana de San
Salvador una manta nueva porque ruegue a Dios por sus ánimas
- A María, vecina de Otero, antigua criada, y a
María de Muélledes, mujer de Francisco Garzón 1 ducado a cada una para que rueguen a Dios.
Antes de hacer las cuentas dejan mandado que sus
testamentarios rediman la tercera parte de un censo que tenían conjuntamente
con Juan Gacía y Diego de Collantes, difuntos a favor de Antonio García de Benavente o
sus herederos.
En un libro de cuentas dejan asentado lo que habían entregado a sus hijos casado para que se tenga en cuenta para los repartos.
Declaran que al casarse aportaron al matrimonio de
sus herencias bienes equivalentes para evitar problemas de reparto de las
legítimas.
De lo que reste de “el quinto”, la quinta parte de sus bienes, después de gastados los 20.000 mrs que toman por sus almas, manda que
se compren heredades y censos a 14.000 el millar (hipotecas al 7% de interés) para que
del usufructo de dichos bienes:
“se
alimente un estudiante en la Universidad de Salamanca, Valladolid, Alcalá de
Henares o otra universidad, así en España como fuera de ella, como sea de las
católicas y aprobadas, o fuera de la universidad en otros estudios un estudiante o dos o más, los que abajo por nosotros fueran nombrados y se cumplan las obras pías que
abajo diremos y las condiciones por nosotros declaradas:
- Que las heredades que se compren de los dichos
quintos no puedan ser vendidas, trocadas, cambiadas ni enajenadas
por ninguna razón y estén siempre bien labradas y reparadas que la memoria de
ellas no se pierdan
- Que las heredades no las pueda gozar por sí ni por
terceros el estudiante que gozare el usufructo de ella, ni su padre ni curador,
sino que el administrador que fuese las haya de arrendar por público pregón a
otro que más con autoridad dela justicia.
-Al administrador
se le de por administrar y hacer las pagas al estudiante o estudiantes y
demás obras pías la décima parte de los réditos que rentaren.
-A cuenta de los réditos se digan perpetuamente en
San Salvador una misa cantada y dos
rezadas el día de San Miguel con sus responsos sobre nuestras sepulturas y se
de la limosna acostumbrada y se ponga una tabla en la dicha iglesia fijada con
su cadena en alto en parte donde se pueda leer que estén puestos fielmente por
memoria la suma de esta dotación de los aniversarios y memoria y si fuere posible
este firmada de los visitadores y cura de la iglesia.
-Que la administración de la memoria la tenga nuestro
hijo mayor varón y vaya siempre de mayor en mayor , siendo referido el varón a
la hembra aunque la hembra sea mayor ; y
si el administrador fuera de menos de 25 años o persona tal que según derecho
no se le pueda fiar administración que la administre su curador .
- Si no hubiere varón o hembra de nuestra
descendencia que pase la administración a los descendientes de Leonor de
Caramazana, hermana de María, o de María Martínez o Catalina Álvarez hermanas
de Babilés, con las mismas condiciones.
-Que nuestro nieto o nieta, muerto el padre,
representen en la sucesión de esta administración, aunque haya hermanos del
padre vivos.
-Mientras viva uno de los dos fundadores que
administre el quinto del otro y sólo pague 7.000 mrs al estudiante por la
administración.
- No habiendo algún año estudiantes o nietas por casar se
empleen los 7000 mrs en comprar heredades o rentas hasta llegar a la cantidad
que renten 50.000 mrs en dineros o en pan tasando el trigo a 1000 mrs la carga y
la cebada a 500 mrs para tener siempre rentas de 50.000 mrs cada año.
-Teniendo los 50.000, los años que no haya estudiante
se elija y case una huérfana de padre o de madre pobre en cada año de nuestra
descendencia si la hubiere, y si no que se elija pobre aunque tenga padre y
madre, que la nombre el administrador de
esta memoria. Y no habiendo pobre descendiente nuestra, que se elija de las
descendencias de Leonor de Caramazana y de María Martínez y de Catalina
Álvarez. Se llamarán pobres las que no tuviesen de bienes suyos o de bienes de
sus padres que les pudieran dar sin perjudicar las legítimas de los demás hijos,
de 200 ducados arriba a tasación de dos hombres , uno por el administrador y
otro por la justicia, y en caso de discordia un tercero nombrado por la
justicia.
-En caso de faltar descendencia de las hermanas y no
habiendo ni estudiante ni pobre por casar
se repartan dos partes para los pobres de la parroquia de San Salvador y
una parte para la fábrica de esta iglesia para que más decentemente salga el
cuerpo divino, salvo que al que quedare de nosotros el año que no haya pobre ni
estudiante le pareciere dejarlo a otra cofradía, o comunidad o obra pía y no a
los dichos pobres o fábrica.
Firma y rúbrica del escribano en el testamento
-Que las huérfanas no puedan ser elegidas de diez
años abajo.
-El estudiante que llevare los frutos o rentas que
estudiase en Salamanca o en otras universidades Artes, Teología, Cánones, Leyes o Medicina, se
le den 1000 reales cada año y si no lo que rentare la memoria , sacada la renta
del administrador y coste de los aniversarios, pagadas en cuatro tercios: uno ocho
días antes de San Lucas, otro en Navidad, otro por Pascua de Flores, y el
último por San Juan de Junio.
- Lo que sobrare de los dichos 50.000 sacados los
1000 reales, se de a dos estudiantes que estudien latinidad en cualquiera de
los dichas universidades o fuera de ellas como sea en estudio, por iguales
partes y por los dichos cuatro tercios, y si no hubiera dos estudiantes se de
todo a uno.
-El estudiante ha de ser de nuestros descendientes y
en caso de que haya dos o tres o más, sea preferido el más propincuo y en caso
de igualdad sea preferido el que fuera más hábil, según los
examinadores de la ciudad de Astorga de los diputados para el examen de los
beneficios que nombrare el obispo o su provisor, y se de a cada examinador a
costa del que fuese proveído 2 ducados y al señor obispo o a su provisor otros
dos ducados, y al escribano y demás oficiales sus costas, y de lo que
pronunciaren los examinadores no pueda haber apelación, y si la hubiere goce el
que los proveedores elijan y lo mismo queremos con los estudiantes de gramática.
-Acabado el tiempo para estudiar su gramática si no
hubiera otros que la hayan de estudiar, mientras lo hubiesen, que quieran
estudiar otra ciencia se les de lo que se les daba en la gramática mientras
estudiaren la otra ciencia, con que no pasen de 5 años. Con que saliendo quien la estudiare sea de 10
años arriba no se les dé más, si no a los que estudiaren gramática, aunque no
hayan pasado los dichos cinco años.
-Si no hubiere estudiantes nuestros que estudiaren
después de 15 años los gocen los descendientes de las hermanas Leonor de Caramazana, María Martínez y Juan
García y Catalina Álvarez viuda de Juan Rodríguez..
- El estudiante de Salamanca u otras universidades no
lo haya de gozar más de 7 años y los de latinidad no más de 4 años.
- Si hay estudiante gozando hasta los dichos años no
le interrumpan su estudio aunque salga otro que si antes hubiese salido fuera
preferido. Esto para nuestros descendientes, pero si saliera un descendiente
sea preferido a un no descendiente aunque no pasen los dichos años,
-Que el estudiante de la universidad no sea de 14
años abajo ni de 30 años arriba, y el de gramática que sea de 10 años arriba y
de 30 años abajo.
-Ha de residir en la universidad o estudio más de 9
meses arriba, y si estuviese menos de los 9 meses se les descuente pro rata y se
de a los pobres de San Salvador o de otra parroquia.
Si estudiaren otra ciencia de las dichas otras que
no sea gramática, haya de haber sacado primero aprobación y cédula de la
universidad y sin la tal aprobación no se les de la dotación porque queremos que
se de a gente que la aproveche.
-No habiendo estudiante nuestro nieto que antes que
se nombren los bisnietos u otros estudiantes, ni nietas nuestras pobres que
tuviesen menos de los dichos 2000 ducados que se elija a una de ellas aunque no
fuese pobre con que tenga de diez años arriba, pero acabadas las nietas pobres
que la dicha dotación siga adelante.
- Si por el tiempo se acabasen los descendientes de Babilés y María y de nuestras hermanas que la memoria y sus rentas se den a la fábrica de San Salvador y San Miguel para que se compren ornamentos y cosas necesarias para el culto divino, y la cuarta parte se gaste en limosnas, misas y sacrificios por nuestras ánimas y de nuestros descendientes, salvo que el que sobreviviere lo quiera dejar a otra comunidad u obra pía.
Mientras viva uno de los dos puede administrar el quinto del otro directamente o poner administrador y pueda alterar las condiciones que le parecieren ser necesarias para que la dicha dotación haya efecto para siempre; además mandan que de los 7000 mrs que ha de pagar al que sobreviviere
de los dos primeros años se doten dos aniversarios en la cofradía de San Gervás
de esta villa en S.Salvador.
Si alguna persona quisiere acumular a esta dotación
su hacienda o parte de ella que en esta dotación hayan parte los que esta
persona nombrare y en la parte de ella los por nosotros nombrados.
El administrador debe dar cuenta cada año al estudiante o las
huérfanas o a la iglesia que hubiera de haber los frutos de cada un año y si el
administrador no fuera tan abonado se le pueda pedir por el estudiante o la
huérfana que dé fianzas y si no las diere que no pueda cobrar las rentas de tal
año pero que no se le quite la administración.
Pero antes de que se disponga de sus bienes manda "que nuestros testamentarios tomen la primera bula o jubileo que viniere después de muertos ambos".
Nombra por albaceas y testamentarios a Juan
Rodríguez, su yerno y a Francisco de Villalba.
El testamento se otorga el 4 de octubre de 1576 ante Francisco Fdez, escribano, siendo testigos el Bachiller, Lope García, cura de S, Salvador,
Hernando de Caramazana, clérigo, Andrés de Barrio, Francisco Gutiérrez, criado del
escribano y Luis de la Cántara, criado de Babilés.
María de Caramazana muere antes de acabar 1576 y Babilés sobrevive tres años más y modifica el testamento apartando a los
descendientes de la sobrina de su mujer, Antonia de Barrio, hija de Leonor de Caramazana, por causas
que a ello le mueven, supongo que será por la deudas que mantiene con él Baltasar de Mezquita, su marido.
Declara los bienes que han recibido sus tres hijos
casados: casas, tierras, ovejas, mulas o bueyes, alguna tierra y pan en grano.
Poco antes de fallecer Babilés, había fallecido uno de sus hijos solteros, Gaspar y manda que se gasten 40.000 mrs
por el alma de su hijo.
A su muerte tiene dos casas y una bodega, las tierras, 763 cabezas de ganado ovejuno, 3 mulas, una yegua, un rocín y un burro tasado todo ello en 1.494.312 mrs., que sacadas
las deudas le quedan 1.146.703, por lo que el quinto asciende a 229.340 mrs.
Quedó como administrador de la memoria, el hijo
mayor, Antonio Martínez, que había estado en el estudio en Valladolid, pero se dedicó a la labranza. Después de enviudar la primera vez, se casó con Isabel de Barrio y
tuvo varios hijos.
El primer estudiante en Salamanca fue el hijo
pequeño, que se llamaba como su padre, Babilés, que estudió cánones
entre 1581 y 1585 y se ordenó sacerdote. Los visitadores de Astorga al tomar las cuentas de esos años miran que se
cumplan las misas, pero las cuentas entre ellos no las toman.
El hijo mayor, Antonio, también ganadero como su padre, no llegó a tener el manejo de éste en la política local, aunque ejerció cargos de regimiento y justicia, falleció en junio de 1596 y dejó al morir un
alcance (una deuda) en favor de la memoria de 95.046 mrs. Igual que administró mal la memoria, también lo hizo con su propia hacienda, dejando abundantes deudas, por lo que hubo pleito de acreedores a sus bienes, entre otros su mujer en defensa de sus bienes dotales.
La deuda no se llegó a cobrar y el año 1596 no se pudieron arrendar las tierras, por la grave crisis en la que estaba sumida la villa. La administración de la memoria le correspondía al hijo mayor de Antonio, Francisco Martínez, pero como era menor se encarga de la misma su tío Babilés Martínez, el cura.
El siguiente beneficiario de la beca fue Juan Franco desde 1598 al que le dieron 14.348 mrs y llegó a ordenarse sacerdote y fue cura de Santa María.
Alvaro Martínez, nieto de Babilés fue estudiante en Salamanca desde San Lucas de 1605 durante tres años en la carrera de cánones, pero no siguió estudiando y se casó en Villafáfila,
Otro nieto de Babilés, Marcos Martínez fue estudiante en Salamanca durante 5 años hasta 1614 y se ordenó sacerdote y fue cura de San Juan.
La memoria siguió siendo administrada por Babilés Martínez, hijo, que fue el cura de San Salvador hasta su muerte en 1616.
Como sólo se conserva el primer libro de esta memoria no llegamos a saber si continuó por muchos años becando a estudiantes descendientes de Babilés Martínez o se perdió con el tiempo como tantas otras fundaciones.
Curioso,prolijo y muy farragoso. No creo que el propio testador fuera capaz de entenderlo. De todos modos en el s XVI el tiempo no debía ser un concepto tan apremiante como hoy.Supongo que todo no se cumpliría.
ResponderEliminarDenota un poco la personalidad de Babilés Martínez por un lado es algo desconfiado y quiere dejar atados todos los extremos de la fundación sabedor de que la mayoría de las veces a los pocos años se han perdido o han dado lugar a pleitos por las interpretaciones y sucesiones. Por otro lado se ve la improvisación pues a la intención de dejar un capital para que sus nietos puedan estudiar en la Universidad, (posiblemente por los gastos que le pudo haber ocasionado su hijo mayor en el estudio de Valladolid, que no llegó a terminar), se une la ocurrencia de que los años que sobre renta se puedan casar nietas pobres o estudiantes de grado medio, así como la fundación de sendos aniversarios de misas. Total con no mucho capital quiere hacer mucha obra de misericordia, y además administrada por sus descendientes, por lo que creo que no permaneciera muchos años en activo. Al contrario de una Memoria de Huérfanas que había fundado en esa misma parroquia el arcipreste Hernando de Robles o la Memoria de San Juan fundada por otro arcipreste que permanecieron hasta finales del siglo XVIII, y esta última, cuyas tierras estaban todas juntas en el pago conocido actualmente como La Memoria.
ResponderEliminarObservo también que sus pasos se encaminaban al pastoreo de la feligresia. Tal vez para controlar las donaciones piadosas al término de su vida. En cualquier modo una publicación "jugosa" de aquellos años. Gracias Elías.
ResponderEliminarMe refería, en el comentario, a los becados.
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