Hace unos días merodeando por el Cementerio Viejo, reparé en
dos sepulturas con lápidas de granito que aún se mantienen sin haber sido
trasladadas, profanadas o hundidas. Son las de don Alonso y doña Anita,
fallecidos en 1913. Como tu tuvieron hijos, y para que no se pierdan en el olvido para siempre personajes que tuvieron mucha importancia en la vida de Villafáfila en tiempos pretérito, hoy voy a hacer una aproximación a sus trayectorias.
Agradezco a uno de sus descendientes colaterales, el que me haya facilitado la mayoría de las fotos de esta entrada.
Don Alonso fue un personaje muy influyente en la política de su época. Fue diputado provincial y presidente de la Diputación Provincial de Zamora en dos periodos.
Era natural de Mombuey donde nació en torno a 1842, aunque en la defunción acaecida en noviembre 1913 el párroco anota 74 años, pero en su partida de matrimonio en 1875 anota 33 años y en la cédula personal de 1899 declara 57 años. No he conseguido todavía ningún retrato de don Alonso. No pierdo la esperanza de hallarlo en los archivos de la Diputación.
Era hijo de Alonso Santiago,
propietario de esa villa carballesa, un recaudador de contribuciones del
partido de Puebla de Sanabria en las décadas de los 50-60 del siglo XIX, y fue
comprador de bienes desamortizados en la comarca.
Poco sabemos de su juventud. Estudió Teología en el seminario de Astorga, pero no llegó a ordenarse, obteniendo el título de bachiller por el instituto de la ciudad maragata. En 1870 se traslada a Madrid, en cuya Universidad Central estudia y se licencia en Farmacia.
En esos convulsos años de la
Revolución Gloriosa y la I República entra en contacto con numerosos grupos políticos
de tendencia demócrata no republicanos que formarían el futuro Partido
Fusionista y Liberal de Sagasta. Militó desde el año 1872 en las filas
liberales.
Después de licenciarse en Farmacia regresa a Zamora, se casa en Villafáfila con una rica heredera, de familia liberal Ana Trabadillo Ojero.
No sé como llegaron a conocerse pero imagino que a través los primos que Anita tenía en Madrid, los hijos de Marcelino Trabadillo el Relator, influyente en los círculos liberales madrileños desde los años 30 del siglo XIX.
En febrero el gobernador, asesorado por elementos conservadores, suspende las sesiones de la diputación, por lo que protestan ante el Ministro de la Gobernación la mayoría de los diputados
que son republicanos, fusionistas e independiente, contando solo con un
diputado conservador.
A la muerte de su suegra, Manuela Ojero, es nombrado tutor de su cuñado, Lorenzo Gómez Ojero, y posiblemente se traslada a vivir a la casa enfrente de la iglesia de San Martín, donde instalará su oficina de farmacia.
La primera vez que figura como farmacéutico de Villafáfila es
en el Anuario de 1887, junto con los otros dos, aunque es posible que ejerciera desde antes.
Elegido presidente de la Diputación Provincial de Zamora en
1889-90. En 1891 es vicepresidente de la Corporación Provincial y vocal nato de
la junta del censo electoral, como expresidente, cargo que mantiene hasta su
muerte.
1894 denuncia a unos vecinos de Mombuey por entrar con ganado vacuno en el monte de San Martín del Yermo.
Desde 1891 a 1898 no forma parte de la corporación provincial.
En el consejo de ministros del 20 de agosto de 1898, se
acordó la celebración de elecciones a diputados provinciales, publicadas el 23,
“el ministro de la Gobernación tiene redactada la circular reservada dirigida a
los gobernadores recomendando la sinceridad electoral” el 11 de septiembre.
El 23 don Alonso viaja a Zamora interesado en ser elegido candidato para las elecciones provinciales en las candidaturas del Partido Liberal. Pero reunidos los principales elementos de este partido por el distrito de Toro-Villalpando, a la que no asistió don Alonso: “y dejaron de asistir, sin duda por motivos de delicadeza muy bien entendidos, aquellas otras[personas] a quienes sus méritos, antecedentes y el voto de los reunidos les señalaba como indiscutibles candidatos”. Pero don Alonso no figuraba en la lista a pesar de ser a priori uno de los elegibles: “También ha causado extrañeza que haya sido eliminado de dicha candidatura el expresidente de la Diputación Provincial, y consecuente liberal don Alonso Santiago García. No creemos aventurado suponer que las elección en el distrito expresado, será reñidísima y quizá sea origen de sucesos de trascendencia para el partido liberal”.
El 24 se levanta para las elecciones el estado de guerra, vigente a causa de la guerra hispano-norteamericana en Cuba y Filipinas .
El 26 llega Requejo, jefe del partido liberal en la provincia
y a la sazón Director General de Propiedades y Derechos del Estado, a Zamora por
la mañana, para intentar calmar las aguas, y en la misma estación se entrevista
con diversos liberales de Toro, y por la tarde don Alonso va a Villafáfila, me
imagino que después de hablar ambos que son amigos personales.
El 30 vuelve de nuevo a la capital y se hace pública la renuncia del diputado
don Nicanor Fernández a la candidatura del distrito Toro-Fuentesauco para dar
entrada a don Alonso, sin duda por presiones de Federico Requejo.
El día 2 una comisión de liberales de Fermoselle felicitan a Requejo por el acierto de haber incluido en la candidatura a don Alonso, que ese día vuelve a Zamora.
El 4 de septiembre se marcha Requejo para Madrid después de
dejar calmados los ánimos en las filas liberales, o al menos eso creía.
El día 5 los candidatos Palao, Santiago y Gabán dan un mitin en Fuentesauco. De la crónica del Heraldo de Zamora, que es el órgano oficioso del Partido Liberal se deduce el
recelo de otros diputados, sobre todo de Antonio Palao, que más adelante sería
Gamazista ante el ascenso de nuestro hombre, la enemistad de don Alonso con el diputado a Cortes por Villalpando, Semprum, al amaño liberalsilvelista de
incluir a un candidato, Gabán, en una candidatura conjunta, los recelos de muchos saucanos a votar a estos
candidatos.
Fue electo diputado, el 4º en número de votos de los cuatro que se elegían por el distrito, obteniendo más votos en Sayago, donde Requejo tenía más influencia, que en Guareña, con mayor influencia de Palao.
El 16, ya electo, vuelve a Villafáfila a descansar de tanto trajín.
El día 30 de septiembre los hermanos Trabadillo, don Luis y
don Darío, y don Alonso invitan a una jornada de caza en el monte de la Tabla al
gobernador, a don Fabriciano Cid, todavía presidente de la diputación, a don
Nicanor Fernández, que había renunciado a su candidatura en favor de don Alonso
y a Eduardo Prada, ex concejal de Zamora, amigo del jefe provincial de los liberales
Requejo, que realizaba las tareas partidarias.
En el seno de la mayoría liberal de la diputación surge una “conjura”
ante la propuesta de don Alonso para presidir la misma, tachándola de
imposición de Requejo. Al frente de la misma está Antonio Palao y otros
diputados provinciales que sintonizan con la corriente gamazista, provocando el
temor en el partido de un ascenso del partido conservador a silvelista en Zamora.
El pacto que posiblemente se habria fraguado en Madrid entre los responsables nacionales del partido Liberal y Requejo como factotum del mismo en Zamora, y la parte mayoritario del Partido Consevador, liderado entonces por Silvela, para la Diputación de Zamora, frustró las esperanzas de los rebeldes liberales zamoranos encabezados por Palao, que se empezaban a posicionar en la órbita de Germán Gamazo que había abandonado el gobierno de Sagasta, y se pasarían más adelante al Partido Conservador.
Efectivamente en la sesión del día 4 de noviembre en que se
produjo la votación, don Alonso salió elegido presidente con la oposición de un
grupo de diputados liberales que declararon abiertamente su abandono del
partido y su paso a Gamazo. Pero contó con el apoyo de los pocos diputados adscritos
al partido conservador, silvelistas, que por indicaciones de Madrid salvaron la
presidencia de don Alonso. Obtuvo 13 votos de 20.
Pronuncia el discurso en el que pone de relieve “las
singularísimas y excepcionales dotes que
le adornan como orador de altos vuelos”, en el que glosó las bondades de su
amigo y antecesor, su falta de ambición y dudas de su capacidad para ejercer el
puesto, y una defensa de las instituciones provinciales y municipales como lugares
idóneos para ejercer el altruismo y el ejercicio político altruista.
El gobernador retiró la palabra a los diputados Lobón y Palao,
que en la siguiente sesión manifestaron su protesta por haber ocupado aquel la
silla de la presidencia, que tuvo que reconducir con habilidad el señor
Santiago
El señor Pérez Marrón obsequió ayer con un banquete a la minoría silvelista de la Diputación Provincial para conmemorar el acto de disciplina política realizado en la elección de cargos.
La primera propuesta de don Alonso en la Diputación fue la construcción de una carretera desde Villafáfila a La Tabla, sufragada al 50%
El 19 don Alonso invita a Prada, Morán, y Clodoaldo Prieto a
pasar el finde en su casa de Villafáfila.
El 28 de noviembre se reúnen en Almeida los principales
liberales de Sayago para pedir la dimisión como diputado provincial de Antonio
Palao por su abandono de la disciplina y no reconocer la autoridad de Requejo
al que se declaran fieles.
Don Alonso visita a los soldados que han regresado enfermos
de Cuba y Filipinas.
Trató de evitar que desde la imprenta provincial se hicieran
trabajos que a veces no se cobraban a particulares , ayuntamientos y otras
instituciones pero contó con la oposición de la comisión permanente. Esto desencadenó
una guerra entre el Heraldo de Zamora y el presidente de la comisión don Sixto
Morán,
Esos primeros meses del cargo los pasa a caballo entre Villafáfila y Zamora
El cambio de gobierno de los liberales a los conservadores tuvo que provocar cambios en la política local, Silvela fue nombrado presidente en marzo 99 y hubo cambio en el gobierno civil.
En los presupuestos elaborados en abril del 99 se hace una reducción
de subvenciones y de empleados, lo que provoca la crítica del Heraldo por
suprimir servicios que se daban a los pobres “porque la supresión de tales
subvenciones va contra los pobres y desvalidos”
11 de abril de 1899 solicita una licencia de tres meses de licencia para restablecer su salud, regresó en julio.
En junio de ese años el gobierno conservador nombra nuevo gobernador de Zamora al Duque de Hornachuelos.
A principios de julio mientras don Alonso disfruta de las
aguas de Castromonte, el gobernador presenta un escrito al vicepresidente de la Diputación contra aquel, denunciando el mal funcionamiento de la Diputación
El 28 de julio volvió a Zamora ante el cariz que tomaban los acontecimientos
A primeros de agosto los principales del partido se reúnen en casa de Requejo para poner
remedio a la anarquía que reinaba en la diputación, reconociendo el error en
la confección de un presupuesto tan restrictivo y despido de numerosos
empleados.
El día 5 de agosto presenta la dimisión irrevocable durante
una visita de inspección que realizó a la institución provincial el gobernador, duque de Hornachuelos, en la que se pusieron
de manifiesto numerosas irregularidades en el funcionamiento de la corporación
provincial desde abril.
El vicepresidente Morán no quiere dimitir siguiendo las
indicaciones concertadas en presencia de Requejo
Tras varias convocatorias fallidas de pleno de la
diputación, don Alonso la fija el 22 de agosto cuando el gobernador civil se
halla ausente en visita a los pueblos de la frontera portuguesa, provocando su
contrariedad.
La crisis en el partido liberal provincial se reconduce con
intervenciones de Requejo, que de momento suspende las relaciones políticas con
Santiago y Morán.
Son cesados por Real Orden de 28 de agosto, y el día 29 se celebra pleno de la diputación presidido por el gobernador y es elegido presidente por unanimidad don Fabriciano Santiago, liberal, y vicepresidente el conservador Ramón Alonso, pero continúa don Alonso como diputado hasta 1903, aunque sus enfermedades le hacen solicitar algunas licencias como en 1902 de un mes.
En mayo de 1900 doña Anita es sometida a una histerectomía
total en si domicilio por la que le extirparon un mioma de más de 5 kilogramos,
posible causa de su infertilidad. Para ello se desplazaron a Villafáfila los
cirujanos, Crespo y Morales, un enfermero y un estudiante de medicina que se
encargó de la administración de cloroformo como anestésico. Tuvo que se un auténtico acontecimiento la improvisación de un quirófano en el domicilio familiar.
Desde 1903 alejado de la política se volcó en su mujer y en
su profesión, aunque siguió como vocal nato de la Junta Provincial del Censo y juez suplente en la villa.
Todavía en 1902 seguían ejerciendo en Villafáfila dos farmacéuticos
titulares: don Martino del Río y él mismo. Establecen un concierto entre ambos
por el que fuera el que fuera el elegido por el ayuntamiento para desempeñar la
titular y atender la Beneficencia, lo harían entre ambos. “se asocian con el
fin de impedir las luchas profesionales que tanto perjudican a los prestigios de
la clase a la que tienen el honor de pertenecer y para defender sus intereses
morales y materiales”. Evitan que los clientes igualados de uno, si dejan a
deber la iguala, no los acepte el otro. Fijan la iguala en 8 celemines de trigo
por cada familia de labradores, y 6 pesetas por cada familia de jornaleros y
criados. Por cada caballería mayor dos celemines de trigo y uno y medio por los
menores. No entran en la iguala los medicamentos para sifilíticos que se
cobrarán aparte. Renovaron el concierto en 1910, con algunas modificaciones,
ante la falta de interés de Eliseo del Río por seguir regentando la botica de
su padre.
Doña Ana se dedica a labores caritativas y sociales, como el
testimonio de la prensa de 1909 junta de damas de Villafáfila colecta para los
soldados de Melilla.
El último año un sobrino de doña Anita, Victorino Delás
Trabadillo, los estuvo acompañando en su enfermedad, y recibió mayor parte de la
herencia.
Por las facturas del último año de sus vidas conocemos algunos de sus hábitos, que nos aproximan a una familia rica rural con un nivel de vida comparable a la burguesía de las ciudades a principios del siglo XX
Doña Anita fallece en octubre de una larga enfermedad :
Tenemos el documento de pago de impuestos por la parte que
le corresponde a cada heredero, de los que deducimos que
Victorino recibió el 36.2% de la herencia
Las tres hermanas de doña Anita: Ignacia, Valentina y Baudelia
Trabadillo Ojero el 11% cada una.
Los tres sobrinos vivos de don Alonso: Alonso Bobo, Natalia
Bobo y Eudoxia Santiago el 9.5%
Y dejó diversas mandas para sus criados: Eulogio Alonso
Robles, el 1.65%, a Manuel Rodríguez Tejedor el 0.45%, a Consolación Rodríguez
Aliste, mujer de Manuel, y a Wenceslada Gallego Casquero el 0,25%.
Y a sus dos sobrinas ,Mercedes Delás y Manuela
García-Alfonso les debió de dejar un pequeño obsequio.
De los sobrinos de don Alonso he seguido el rastro de Alonso Bobo Santiago, licenciado en derecho y juez municipal
de Cañedo, Orense, hijo de Ambrosio Bobo Gallego, juez municipal de Mombuey en
el 77, y fiscal en el 81,y una hermana de don Alonso. En 1896 ya en Zamora,
contratista de carreteras. Edifica una casa en la calle Benavente, que aún permanece y una fábrica de harinas en 1907.
Natalia se casó con un médico y quedó viuda joven, dedicando su vida a obras caritativas