viernes, 23 de octubre de 2020

Villafafileños en la Compañía comunera de Villalpando.

En el interesante  Blog Memoria del Araduey, el 17 de este mes se publica  LA COMPAÑÍA COMUNERA DE VILLALPANDO  en el que se reseña la publicación de Tomás López Muñoz  Proceso contra el líder comunero de Villalpando.

En el mismo se hace mención a cinco vecinos de Villafáfila que formaban parte de la misma.

He tratado de hacer una aproximación a los mismos 

Luis de Barrio, perteneciente a una familia de hidalgos, que a finales del siglo XV y principios del XVI, eran continos del Conde de Benavente  con varios miembros con ese nombre.

Uno de ellos, hijo de Martín de Barrio, soldado profesional, que sabemos participó en la Guerra de las Comunidades, pero después sirvió en otras campañas de los ejércitos imperiales antes de embarcarse para Nueva España con el cargo de capitán, es poco probable que militara en el bando comunero, por su trayectoria posterior, salvo que fuera recibido en el bando  contrario, salvo como pago algún servicio o traición.



El otro puede ser un primo suyo del mismo nombre, nacido hacia 1502, hijo de Pedro de Barrio, y que murió en la villa después de 1565.  Aunque su padre recibía acostamiento del conde don Rodrigo, y participaba en la guerras a las que era convocado,  con su hijo, el conde don Alonso dejaron de recibirlo. Es mejor candidato a haber militado en el bando comunero, aunque después de reintegrada a la vecindad de la villa, casado con Ana Briceño, de Benavente. Heredó el patronazgo de unas capellanías fundadas por Pedro de Barrio, el Perulero,  hijo de su primo, y dejó descendencia en la villa.



Gaspar de Robles, también pertenecía a una familia  al servicio del Conde de Benavente. Era hijo de Fernando de Robles, que había sido alcaide de Villafáfila bajo la dominación de los Pimente. En el siglo XV.  Él mismo fue paje del futuro conde don Alonso en la década de los 90 del siglo anterior. En 1520 fue despedido del servicio del Conde de Benavente en junio de 1520 sin pagarle el acostamiento por no tener caballo, motivo de resentimiento casi seguro contra el mismo, lo que le pudo inducir a enrolarse en la compañía. En 1530 había fallecido dejando viuda e hijos.


Juan de Collantes y Pedro de Collantes  serían descendientes de Iván de Collantes, hidalgo de la clientela de los Pimentel alcaide a finales del siglo XV.  Un hijo de aquel, Juan de Collantes, habría nacido hacia 1485, pues era pequeño cuando  fallece Iván en 1490, en 1512 está en la guerra, probablemente en las guerras de Italia, pues otro hidalgo de Villafáfila fallece en la batalla de Rávena ese año, aunque está de vuelta en la villa en 1513, y era vecino en 1517, algo mayor para alistarse, pero su experiencia militar le sería valiosa. Encontramos a Juan como hidalgo en los padrones de la década de los 40. Pedro posiblemente sería sobrino del mismo.

Juan de Osorno, otro hidalgo posiblemente hijo de Francisco de Osorno, que también llevaba acostamiento del conde don Rodrigo Pimentel a finales del siglo XV.  Era propietario de una cabaña de hacer sal. Sus hijos recibieron en 1514 lo que le seguían adeudando a su padre por sus servicios. Hasta 1561 al menos vivían dos hidalgas solteronas, Inés y María de Osorno, Las Osornas, posiblemente sus hermanas. No he tenido noticias del Juan después de la guerra por lo que o bien pudo morir o no volvió por la villa. En 1538 pasa a las Indias un Juan de Osorno, hijo de Alonso Cotán y de Ana de Osorno, de Villalpando, posiblemente emparentado.




En conclusión, los vecinos de Villafáfila integrantes de la compañía comunera de Villalpando, eran pequeños hidalgos rurales cuyos padres habían estado en la clientela del Conde de Benavente, don Rodrigo Pimentel, pero que por unos motivos u otros, el conde don Alonso Pimentel había prescindido de sus servicios y retirado sus acostamientos, lo que puso influir en militar en el bando contrario a los Pimentel en la Guerra de las Comunidades.


1 comentario:

  1. Interesante publicación, Elías, dónde se pone de manifiesto lo de toda guerra civil cómo es el resentimiento. Las cosas son siempre más prosaicas. Buen trabajo 👍.

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